Capítulo 9. Autosuperación
*Historia creada y escrita por Chispasrojas [Beatriz Ruiz Sánchez]. Libro publicado en formato físico y digital en Amazon. También se encuentra disponible en Patreon en formado digital. 💖 Si quieres apoyar a la autora, puedes encontrar este y otros libros completos, así como capítulos anticipados en Patreon.com/chispasrojas.
Esa misma noche, unas horas antes de la llamada de Hoseok.
Yoongi entró en el apartahotel echándose la cazadora sobre un hombro y liberando una calada de humo desde lo más profundo de su garganta. Había ido a dar una vuelta, y acababa de alquilar su tercera noche en otra habitación de motel en la zona suburbana de Seúl.
Él se llevó el cigarro a los labios de nuevo y sintió como su vello se erizaba en la oscuridad de la entrada. Encendió el interruptor de luz descubriendo el gris panorama de aquel lugar y suspiró comprobando de nuevo su teléfono. Debía esperar al moroi de hielo, el «vampirito elegante» de pelo blanco que ahora le hacía los recados a su exnovio.
No todo había salido tan bien como esperaba cuando fue a ver a Jimin, claro, pero si tenía que culpar a alguien, era a su estúpida personalidad por ser tan parecida a la suya. Cuando una fuerza imparable chocaba contra un objeto inamovible, siempre saltaban chispas.
«¿Acaso Jimin pensaba que iba a romper con él por las buenas? Muy bien», se dijo. «Él se encargaría de mandarle al infierno».
Se puso la cazadora y paseó por el diminuto salón, encontrando un palo de golf, que, sin duda, él no había dejado ahí. Supuso que habría sido de algún cliente que olvidó su herramienta en la habitación. Lo tomó con una mano comprobando su equilibrio, y por un momento, pensó satíricamente en que le gustaría jugar al golf con la cabeza de alguien.
De un momento a otro, escuchó el gruñido junto a la cocina. Él arqueó las cejas y se dirigió hacia allí preguntándose si también se habrían dejado un perro hambriento, pero repentinamente, descubrió una gran mancha de sangre extendida sobre las baldosas.
Su corazón le atacó en una taquicardia, apretó los dedos alrededor del palo de golf y se encogió siguiendo la mancha que se arrastraba hacia el final de la cocina.
De un instante a otro, pudo verlo: un strigoi putrefacto y deformado clavó su mirada sobre él, apartando su almuerzo humano. El pobre cadáver que masticaba quedó a un lado, encontrando uno mucho más vivo y apetecible
«No es un strigoi», pensó, «es un jodido draugr».
—Joder —jadeó Yoongi—. ¡Mierda!
El draugr se lanzó sobre el humano, y Yoongi lo esquivó por pura suerte. Se sintió como en una película de terror cuando echó a correr percibiendo como sus tenis se deslizaban sobre la escurridiza sangre. El draugr le alcanzó mientras corría, y él levantó el palo de golf entre sus dos manos, deteniendo el paso de su mandíbula dentada. Intentó morderle, en lo que el joven cayó de espaldas al suelo con la criatura encima, cediendo ante su gran fuerza.
—Agghr.
Yoongi se resistió como pudo e intentó buscar una alternativa moviendo la cabeza. Clavó su rodilla en el pecho de la criatura y la lanzó por encima de él, perdiendo el palo de golf en el proceso. Se levantó precipitadamente y apretó el puño helado donde llevaba el anillo de acero y hielo, inclinándose para golpear el suelo.
Su adversario se movió hacia él como una bestia a cuatro patas, que se escurrió por la fina capa de hielo que se extendió sobre el suelo hasta sus extremidades. Yoongi se maldijo a sí mismo por no tener ninguna otra herramienta, e intentó correr hacia la puerta de la calle.
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Tik Tak Thirst [Vol. 3] ⋆ Kookv [Chispasrojas]
FanfictionLibro publicado en físico en Amazon [⋆] Luego de un lúgubre silencio, su corazón recuperó los latidos. Sus párpados se abrieron dando paso a una sombría mirada que consideró irreconocible frente al espejo. Abrumado por la hermosa y compleja noche qu...