Capítulo 19. Añoranza
*Historia creada y escrita por Chispasrojas [Beatriz Ruiz Sánchez]. Libro publicado en formato físico y digital en Amazon. También se encuentra disponible en Patreon en formado digital. 💖 Si quieres apoyar a la autora, puedes encontrar este y otros libros completos, así como capítulos anticipados en Patreon.com/chispasrojas.
En el viaje a caballo hasta Sokcho, Jungkook observó las cordilleras verdosas y voluminosas formadas por árboles de hojas caduca. El cielo encapotado y la brisa fresca hizo el viaje agradable, y conforme las nubes se disipaban, algunas lluvias torrenciales se descargaron en la frontera entre regiones.
Seokjin y Jungkook viajaron hasta un poblado agricultor situado a unos kilómetros del palacio reformado de Sokcho.
—Es allí —indicó Seokjin, redirigiendo los cascos de su caballo.
Llegaron sobre mediodía a una casa de campo construida en piedra y materiales antiguos, mucho más pequeña y soberbia que la antigua casa de huéspedes de la familia Jung. Constaba de un establo vacío, una extensa explanada donde Medianoche y su acompañante podían comer hierba, y un huerto sin explotar. Las copas de los árboles ofrecían unas sombras pacíficas, y el poblado de Sokcho se encontraba silencioso, con la mayoría de sus habitantes trabajando en los cultivos de arroz y té verde de la ciudad.
Jungkook bajó de su montura con agilidad, comprobando el número exacto de la casa.
—Sí, es esta —confirmó tirando de las riendas de Medianoche—. Hemos llegado.
Seokjin sacó una llave, desbloqueó la pesada puerta de madera y descubrió un interior cerrado y húmedo.
—Vale, no es un hotel de cinco estrellas... pero abrir un poco las ventanas lo hará más agradable —valoró Seokjin arqueando una ceja.
El azabache pasó a uno de los dormitorios y se asignó la primera cama que vio. El tapizado interior era de madera, las ventanas con barrotes metálicos de color oscuro, una gran chimenea de piedra en el salón, junto a la cocina americana.
Jungkook se sentó en el borde de una silla de mimbre. Con los hombros bajos y la cabeza hundida entre ellos, exhaló lentamente su aliento pensando en todo lo sucedido. Hacía tan sólo doce horas estaba fundiéndose con la piel de la persona que más amaba, y ahora, volvían a estar a kilómetros de distancia.
—Estas son tuyas —Seokjin depositó sus espadas cortas de empuñadura escarlata sobre un mueble. Colocó las manos sobre su propia cadera, suspirando profundamente—. Iré a descargar a los caballos. Huh, ¿estás... bien?
El más joven alzó la cabeza con unos ojos impenetrables. Difícilmente indescriptibles, y que hablaban de que su respuesta sería todo lo contrario a lo que en realidad sentía.
«Estar bien no era su punto fuerte, después de dejar a Taehyung en Revenant suplicándole por irse juntos», pensó Jungkook. «En ese momento se sentía como la criatura más fría del universo, pero, ¿no había tomado la mejor decisión?».
—Sí —pronunció en su lugar, odiándose por no ser más egoísta.
Jungkook se levantó de la silla y acompañó a Seokjin en silencio para tomar sus bolsos de viaje e introducirlos en la casa. Liberaron a los caballos de sus riendas, dejaron las monturas a un lado y pasearon junto a ellos en el exterior, mientras los animales probaban la hierba fresca de los alrededores.
—Ese hijo de puta de Craig, odia la monarquía y hará lo posible para desprestigiar el apellido del último rey moroi —dijo el dhampir.
—¿Crees que Taehyung será el último? —dudó Jungkook.
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Tik Tak Thirst [Vol. 3] ⋆ Kookv [Chispasrojas]
FanfictionLibro publicado en físico en Amazon [⋆] Luego de un lúgubre silencio, su corazón recuperó los latidos. Sus párpados se abrieron dando paso a una sombría mirada que consideró irreconocible frente al espejo. Abrumado por la hermosa y compleja noche qu...