Capítulo 26

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Capítulo 26. El Decimotercer Arcano

*Historia creada y escrita por Chispasrojas [Beatriz Ruiz Sánchez]. Libro publicado en formato físico y digital en Amazon. También se encuentra disponible en Patreon en formado digital. 💖 Si quieres apoyar a la autora, puedes encontrar este y otros libros completos, así como capítulos anticipados en Patreon.com/chispasrojas.

En las profundidades del bosque de Sokcho, encontraron la oscuridad, el silencio póstumo de las ramas partidas, y el olor a ceniza y descomposición de cuerpos. ¿Cuánto tiempo llevaba allí establecido el clan de los Shin? ¿Qué juego perverso habían preparado para ellos?

Jungkook no tenía miedo de los bosques oscuros, había sido entrenado en ellos bajo el manto de la noche y en las condiciones más extremas. Y desde que era strigoi, el bosque era su casa, los árboles sus sábanas, y los ruidos que escapaban de los pasos y respiraciones de sus ocultos adversarios, el canto de un ruiseñor. Se sentía como un depredador amasando el terreno, saltando de su caballo con un sexto sentido que le indicó el posicionamiento de sus enemigos. Un juego sucio; flechas cuya punta se encontraban envenenada por agua bendecida. Draugr que brotaron de todas partes, como una colonia de hormigas interminables. Puñal en mano, Jungkook hizo saltar por los aires a uno. Empuñó sus espadas cortas sin despeinarse, el grabado de la Tigridia resplandeció en la finísima hoja de doble filo de su furia. Letal y temible, como un jaguar negro de ojos pardos bailando el compás de la muerte. Sin respiración: no la necesitaba, pues sus movimientos cortaban la noche con su danza.

Las sombras acudieron a su batalla, eran aliadas de él y su valiente compañero dhampir Seokjin. Luka resurgió una noche más para hacer historia, su pulso del akash iluminó las copas de los árboles como en un espectáculo de fuegos artificiales. Destreza y habilidad con su estaca, furia y coraje con el puñal que le acompañaba.

Por otro lado, Jungkook nunca se había fijado realmente en el estilo de lucha de Yul. Él era impertinente, descarado y había coqueteado con su pareja. Sin embargo, su elegante estilo le reveló esa noche como un señor de capa y espada. A pesar de utilizar la cimitarra, sus piernas eran ágiles y sus patadas competirían con las del mejor campeón de artes mixtas. Mirándole de soslayo, encontró en él una interesante diversión en su combate. Casi le recordó a Jimin y sus rápidos y geniales chascarrillos cuando luchaba a su lado. ¿Había algo mejor que el sentido del humor, mientras se jugaban las vidas de los suyos?

Jungkook agarró su puñal ígneo y se lo lanzó a un draugr contra el que Yul se enfrentaba. La hoja giró en el aire, se clavó en uno de sus ojos y la criatura cayó cómicamente de espaldas.

Yul apretó los dientes con una sonrisa falsa.

—Déjame adivinar... huh, sí —emitió con una voz sarcástica, adivinando que había sido Jungkook—. Menudo déjà vu.

Jungkook se movió hacia él como un felino orgulloso.

—Disculpa, ¿me devuelves mi puñal? —formuló ladinamente.

Yul se inclinó y lo arrancó del ojo del bicho, partiéndole consecutivamente el cuello para quitárselo de en medio.

—Todo tuyo —sonrió el mayor—, con un montón de-uh... ahg, líquido ocular. Asqueroso.

Jungkook tomó el puñal y limpió la hoja con el borde de su chaqueta.

—Me gusta tu rollo Kill Bill —le halagó el azabache—. Sólo necesitas las mallas amarillas y la peluca rubia.

—Haha, un chiste humano —soltó Yul sin una pizca de gracia—. Qué ocurrente eres, canijo.

Jungkook vio pasar a Seokjin de largo. El dhampir se lanzó contra un par de draugr con los que Yoongi estaba luchando. Le arrinconaron contra unos árboles, a pesar de que estuviese defendiéndose de lujo. Jin estacó a uno, y Yoongi noqueó al otro. Cuando Jungkook llegó hasta ellos, se encargó de cortarle la cabeza al segundo.

Tik Tak Thirst [Vol. 3] ⋆ Kookv [Chispasrojas]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora