Nuestros ojos seguían mirándose fijamente por varios minutos hasta que rompí el silencio.
—¿Qué quieres? —soné más dura de lo que esperaba.
—Yo... no sé.
—Entonces, adiós —me levanté decidida a irme pero me detuvo con un agarrón en el brazo, volteé.
—Es complicado —se pasó la mano por su cabello negro.
—Pues... suéltalo.
—Después de todos estos días. Es decir, desde la última vez que nos encontramos he pensado bien y... me siento arrepentido por hacerte daño, no te lo mereces, ni la manera en que hablan de ti y te miran en la escuela o que te hayan echado de la iglesia.
—¿En qué te afecta? No quieres a este bebé y eso no me interesa, como ya te he dicho antes, no quiero que vuelvas a decir que te sientes mal, ¿entendido? —lo señale de manera amenazadora con mi dedo indice—. No quiero nada de ti porque a pesar de los "hermosos" recuerdos —formé las comillas con mis dedos— estoy decidida a no depender de ti ni de nadie, me siento bien así sola... —fui interrumpida por él.
—¡Yo te amo,Danielle! —levantó la voz dejándome pasmada y atrayendo la atención de algunos peatones del parque—. Te amo con todo mi ser y quiero esta ahí contigo mientras te enfermas por los síntomas del embarazo, estar cuando ese niño o niña nazca y no perderme más de su crecimiento. Esa noche contigo me sentí realmente bien, algo inexplicable a decir verdad. Algo que Molly no me ha dado —¿Molly? ¿La rubia?
—¿Molly? —pregunté.
—Oh, la chica de hace rato, yo...verás...cuando me diste la noticia ella y yo... —ya sabía así que lo silencié.
—Vale, mientras lloraba tú hacías el amor con otra y todo eso. Entendido, es como se desahogan los hombres, ya sé —solté una risita burlona.
—Eso no era hacer el amor, solo fue algo pasajero, solo follamos —hice una mueca de asco. No me acostumbraba fácilmente a las palabras vulgares.
—Al igual que conmigo —reí y sacudí la cabeza alejando los recuerdos de aquella noche en la cabaña.
—No,Danie.... —me levanté de golpe y di grandes zancadas para mantenerme fuera de su alcance mientras escuchaba que su voz iba detrás de mí.
No podía perdonarlo por ese gran error, no se merece mi perdón por el simple hecho de que cuando necesité su apoyo no estuvo ahí y como la tormenta ya pasó no necesito de su ayuda ni del héroe que pensé que era alguna vez.___________^^___________
Sé que la edición se ha demorado un montón pero con el colegio y demás no tengo teimpo.Voten y comenten. Un beso <3.
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EMBARAZO ADOLESCENTE.
Novela JuvenilDieciséis años de edad, embarazada y sin apoyo familiar. Así es la vida de la pequeña Danielle, la consentida de sus padres y la niña de casa. En un intento de hacer especial su noche sucedió lo inimaginable. Danielle relata parte de su vida y envía...