Ese mismo sábado se dio a cabo el Baby Shower organizado por la familia de Camil, todo estaba decorado con ositos de color azul claro indicando la masculinidad de mi bebé, un pastel de 60 personas y una caja decorada donde iban los regalos.
Nada fue incómodo, había concido hace varias años a la familia de Camil y aunque no los veía hace mucho siempre daban ese aire de confianza.
—Bueno, ¡atención! —levantó la voz la madre de Camil, Sharon, para atraer la atención de los invitados—. Es hora de abrir los regalos, pero no de cualquier manera.
La gran mayoría de mujeres mayores propuso el típico juego donde la madre es quien adivina el regalo y en caso de no adivinar, su pareja era maquillado. Sharon y Camil se miraron incómodas al igual que yo, por lo cual optamos por otro juego, casi igual solo que quien hubiera dado ese regalo debía cumplir una penitencia, aunque fuera injusto era divertido.
Multiples regalos habían allí, pañales, ropa, cobijas, toallas y juguetes.
Sharon y Camil me dieron un cochecito y por último un corral/ cuna para el bebé.
—No tenían por qué comprar tanto —les dije con lágrimas en los ojos.
—Oh, cariño. Lo mereces, el último lo envió tu padre, lamenta no poder venir.
Quedé congelada.
¿Mi padre?
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EMBARAZO ADOLESCENTE.
Novela JuvenilDieciséis años de edad, embarazada y sin apoyo familiar. Así es la vida de la pequeña Danielle, la consentida de sus padres y la niña de casa. En un intento de hacer especial su noche sucedió lo inimaginable. Danielle relata parte de su vida y envía...