The Past Is Behind [Supernatural]

2. Trampa

2. Trampa

Illinois, 2007

Pasaron dos horribles años desde su catástrofe y Emma seguía sin humor de que alguien le hable. Menos en ese bar apestoso. Su cerveza seguía intacta. No había bebido ni un sorbo de su vaso y esperaba no tener que hacerlo. Si hay una palabra que fuera de la mano con "cazador", sería "alcohol" pero ella estaba tratando de contenerse. Pensaba en lo que su hermana diría de ella. Rachel no estaría orgullosa si su hermana mayor se pasaba sus tardes libres borracha y con cualquier hombre. No, esa no era Emma.

Lentamente tomó un sobro, dejando que el sabor de la cerveza le inundara en su boca y mojando sus labios. Era tarde, eso de las once de la noche y el bar se estaba llenando demasiado rápido de gente. Gente con la cual Emma no deseaba interactuar. Varios hombres la han mirado de lejos, y otros tentaron a la suerte y le empezaron a hablar.

-Debes acostumbrarte -le dijo la chica del bar que se movía de un lado a otro, otorgando bebidas a hombres sudorosos o hombres que no cuadraban en la descripción de alcohólicos-. Soy Hanna, ¿tu? -le dijo después de unos minutos de dejar sus pedidos y volver a posarse enfrente de ella.

-Soy Emma -dijo ella sin dudar en confiarle su nombre. La mujer sonrió. Parecía de unos veinticinco años aproximadamente, apenas unos años mayor que Emma. Era rubia, de grandes pechos y un atuendo que no ocultaba sus cualidades, menos sus curvas. Era obvio que los hombres la miraran así de persistentes.

-Bueno, Emma -dijo en un tono seductor mientras sacaba dos vasos pequeños del bar-, cuéntame tu historia. -dentro de los dos vasos sirvió algún whisky, uno se lo dio a Emma y ella no dudó en aceptarlo. El otro se lo quedó Hanna.

-Estoy siguiéndole la pista a un... amigo -Emma nunca pensó que una palabra sería tan difícil de pronunciar. Hanna la miró inquieta.

-¿Hablas de un novio? -preguntó la rubia, Emma la miró extrañada-. ¿De un ex?

-Oh, no. No, no -casi se atraganta con lo que le dijo-. Solo una persona, en la cual no tengo interés -no supo decir si revelar aquello era correcto o qué, pero lo bueno es que la rubia no preguntó por aquello.

-He visto cómo te miran, ¿a qué le temes? -Hanna señaló con los ojos a un grupo de la edad de ellas que hablaban y tomaban, parecían felices, o borrachos.

-No estoy en busca de eso -dijo apartando sus ojos celestes del grupo masculino-. ¿Y tú? -le preguntó tratando de ser amable.

-No estoy en busca de eso, tampoco -recitó sus palabras con un terrible modo en seducción, que si Emma hubiera nacido como hombre no se hubiera resistido.

-¿Tú a qué le temes? -preguntó.

-No le temo, simplemente no estoy interesada en chicos. -sonrió seductoramente mientras se servía otro trago y tomaba, dejando la marca de sus labios color carmín-. Salí con demasiados idiotas, quiero dejar eso atrás y hacer cuenta nueva, ¿sabes?

-Me parece estupendo -comentó ella sin mucho entusiasmo. Debía concentrarse en la información que había conseguido. Mientras Hanna iba a servir y hablar con sus otros clientes, Emma sacó un diario que tenía guardado en su mochila.

Era el diario de sus padres, donde ponían mucha información servible. Emma abrió la tapa con cuidado. Además del Belair 58' que estaba estacionado en frente al bar, ese diario era lo único que tenía de su familia. Al abrirlo vio la foto en la que estaba su madre Elena embarazada con Emma en brazos, las dos con una sonrisa que daba a entender que se reían de algo, posiblemente de su padre que no podía poner con exactitud la cámara para una foto ya que estaba algo torcida y con un pulgar. Una lágrima rodó por su mejilla. Extrañaba a su madre más que nadie, pero también extrañaba a su hermanita, a su madrastra y obviamente a su padre.