The Past Is Behind [Supernatural]

16. Emociones junto con abuelas enfadadas

16. Emociones junto con abuelas enfadadas

El motor del Impala dejó de sonar cuando Dean lo estacionó a la par de la casa donde un chico en la calle les saludaba. Emma le indicó que no había problema en dejar el auto ahí.

Se bajó rápidamente después de que el motor se apagara y abrazó al chico que estaba afuera. Los hermanos se tomaron su tiempo al bajar.

-¡Por Dios Emma! ¡Me vas a asfixiar! -gritó gracioso el chico.

-No sabía cuánto te extrañaba -murmuró ella contra su hombro. Era verdad lo que había dicho, pero en parte Emma necesitaba alguien en quién sostenerse, además de los hermanos.

-Yo también te extrañé, Emmy -sonrió Oliver. Emma no dijo nada del apodo, ya se acostumbraba que Oliver la llamara así. Incluso le hacía acordar a Rachel, por lo cual no era tan malo que la llamada por su apodo de la infancia.

Lo alejó con una mueca de dolor ya que su herida todavía estaba recuperándose. Oliver le miró el estómago, donde la mano de Emma reposaba, pero ella negó con la cabeza.

-¿Para qué me dices que te espere con el caso, si ya estás aquí? -preguntó curiosa con una ceja levantada y una sonrisa sarcástica.

-Tal vez porque te conozco Carver, y quería estar seguro de que no fueras a ningún lado -le respondió con tono sarcástico también. Emma rió levemente.

-Touché -comentó en francés.

Oliver miró a los hermanos Winchester y no pudo mantener la boca cerrada. La abrió como si tuviera a sus ídolos en frente suyo. Se había informado sobre todo el mundo de los cazadores. Y los Winchester eran famosos. Oliver se enteró sobre toda sus vidas mediante los libros que encontró en internet de un tal Carver Edlund, que le resultaba gracioso ya que su mejor amiga tenía el mismo nombre.

Suspiró y trató de calmarse, parecía una total fangirl con ellos en frente. Sam levantó una mano para saludarlo mientras apretaba los labios, cosa que a Emma le pareció bastante tierna. Dean en cambio le saludó con un gesto de cabeza.

Oliver era algo petiso, de contextura chica y pálido. Tenía el pelo castaño oscuro que le caía sobre la frente y con ondas al final que chocaban con sus lentes de marco duro. Emma siempre supo que su amigo no era el típico chico guapo, pero ¿a quién le importaba las apariencias cuando ella confiaba en él con su vida?

-Oh mi Dios -exasperó Oliver al punto del colapso mental que su mente le producía ver a los hermanos. Emma sonrío y rió al ver cómo su amigo estaba en otro mundo.
-Sam, Dean. Él es Oliver -presentó mientras se saludaban sin palabras-. Oliver, los hermanos Winchester.

Oliver se acercó a ellos y con una sonrisa impresa le dio la mano como si todo se tratara de negocios. Sonrió amablemente y no dejaba de emocionarse. Emma estaba cruzada de brazos, sonriente como si Oliver fuera su hijo que cumple su gran sueño.

-Es mejor entremos -indicó el de anteojos mientras terminaba de soltarle la mano a Dean, quién tenía una cara rara de la espontaneidad de la alegría del chico.

Entraron a la chica pero acogedora casa. Era de la abuela de Oliver, que en esos momentos no parecía estar cerca. El pequeño hall consistía en una pequeña mesa ratonera donde solían poner las cartas que recién llegaba y unas sillas de madera para atender el correo. Luego un pasillo comunicaba tal lugar con la cocina que eran solo una mesa de madera para cuatro con un florero y flores viejas más un par de sillas también de madera.

Oliver indicó que le siguieran escaleras arriba. Detrás de él iba Emma con paso decidido mientras los hermanos analizaban el lugar. Había varios recipientes cristalinos de sal, Sam había visto una Biblia de bolsillo en una estantería en el hall y hasta notaron el rosario que colgaba de las flores. Al subir notaron una cruz clavada en la pared de empapelado.