The Past Is Behind [Supernatural]

40. Nunca será nuestro siempre

40. Nunca será nuestro siempre

Dolor.

Aquello sentía Sam Winchester. Emma era otra chica a la que perdía a manos de la muerte. ¿Cómo podía tener tanta mala suerte?

Sentía sus lágrimas caer sin poder controlarlas. Tenía el cuerpo sin vida de su novia en sus piernas. Sus brazos debajo de su espalda y sus manos tomándola con fuerza, como si eso impidiera que la vida de la castaña se esfumara. Pero aquello no cambiaba nada. Los ojos celestes de Emma quedaron mirando el techo y pronto perdieron su vida y brillo. Sam ahí sintió más dolor.

-No me dejes, Em... Por favor -susurraba mientras ponía su frente contra la de su chica-. Por favor...

Dean observaba la situación con ojos tristes. Nunca le gustó que su hermano sintiera dolor. La primera vez que recordaba verlo tan roto fue cuando debía matar a Madison, la mujer lobo, la primera chica después de Jessica. En aquel momento, Dean se había ofrecido a matar a la chica para que su hermano no sintiera el dolor ni la culpa después. Sam había insistido en cumplir la última promesa de Madison. Pero en esa situación, Emma había muerto en la batalla y nada que hicieran Dean o Sam podría haber cambiado las cosas. Ambos aceptaron al plan de Emma de cambiar cuerpos con Trial, y ese demonio resultó darle la maldición antes de la muerte, evitando así que el ángel la pudiera sanar.

Los dos hermanos sentían la culpa de la situación. Como lo habían hecho en las muertes de Ellen y Jo, como en la de sus padres, como las muertes de aquellos inocentes que no podían salvar. Tarde o temprano esa culpa los mataría. Y Emma no quería eso, para nada.

-¿Emmy? -murmuró una cansada Rachel. Su hermana también iba a morir. Su cuerpo estaba debilitado, la piel blanca como la nieve, los ojos cansados y la marca de la maldición se esparcía con rapidez en todo el cuerpo. Se giró un poco para ver a su hermana.

-Lo siento, Rachel -respondió Dean con la cabeza baja. Sam seguía mal por la muerte de su chica, parecía no poder hablar sobre nada al respecto-. Se ha ido.

La castaña clara cerró los ojos lamentándose. Una pequeña lágrima cayó por su mejilla. A pesar de no estar tanto tiempo con su hermana, la muerte de ésta le dolía mucho. Emma fue su heroína desde que recordaba.

Colocó su cabeza hacia arriba y se quedó mirando el techo. Respiraba profundo y pausadamente, le dolía todo. Probablemente muchos de sus huesos estuvieran rotos por las acciones del Caballero Infernal. A pesar de ser un infortunio de que ella quedase con Trial, había aprendido mucho. Supo todo acerca de los Winchester, de los viles planes de Trial para el futuro con el Libro y al gobernar la Tierra luego del Apocalipsis. Rachel se había descargado esa información, pero nada de eso le sirvió para detener a su hermana de un fatal destino. Se sentía inútil.

Sumó sus fuerzas para tomar el brazo de Dean para que le mirara un segundo.

-¿Rachel? -preguntó Dean al sentir su tacto. La castaña cerró con lentitud los ojos. Se sumía a un sueño eterno-. ¿Rachel? -se desesperó el hermano, no podían tener una doble pérdida. Sam nunca se lo perdonaría... Y tampoco él-. ¡Rachel! -la sacudió un poco, pero ya no se movía.

Sam dirigió su mirada a la hermana de Emma. Estaba inmóvil, pálida con las líneas de la maldición por todo su cuerpo y los ojos cerrados. Dean encerraba su mano con la de la chica. Sintió una presión en el pecho. "No, no, no..." Pensaba mientras las lágrimas seguían cayendo de su rostro.

Rachel no podía morir, pensaba el mayor Winchester, porque si eso pasaba todo había sido en vano. La muerte de Emma habría sido en vano. Todo ese plan era para salvar a su hermana, y Emma aceptó la probabilidad de que podía morir para salvar a Rachel. Ella no podía morir.