11. Separación

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11. Separación

En el Belair, Sam y Emma estaban callados. Un silencio cómodo e incómodo a la vez. Emma no esperaba tener una conversación fluida con el cazador, le gustaba el silencio. Sam estaba inquieto, tenía muchas cosas que preguntarle y no quería que Emma le juzgara por sus preguntas. El menor no podía contenerse de privarse información.

Emma por el rabillo del ojo vio cómo el cazador estaba algo intranquilo. Los largos dedos de sus manos repiqueteaban sobre su rodilla varias veces, miraba por la ventana luego en frente y después a ella, hacia ese circuito de miradas varias veces; por lo tanto, ofreció prender la radio.

-No, está bien -le contestó Sam-. Eh, gracias.

-No hay problema, sé que cuando un hombre come todo eso, el resto sufre las consecuencias -recordó como su padre también adoraba comidas como las que el mayor de los Winchester comía, y recordaba como las tres mujeres quienes lo acompañaban en ese mismo auto se quejaban cariñosamente.

-Sí, pero me refería a lo que hiciste por la Amazona ayer -expresó Sam mirándole.

Emma abrió los ojos bien grandes. Ayer a la noche, después de salvarle de una bala que podía costarle la vida al menor, no esperaba ninguna recompensa. Después de todo todavía intentaba ganarse la confianza plena de los dos. Sam le había agradecido con la mirada y luego no tuvo tiempo para decirle que de verdad estaba agradecido, Emma simplemente decidió olvidar el hecho de que lo había salvado.

-Si no hubiera sido por tus rápidos instintos de cazadora, no estaría con vida -comentó él con notable gracia detrás-. Gracias.

-Te las hubieras arreglado -confesó ella-. Digo, si no hubiera actuado rápido, te las hubieras arreglado. Además Dean también estaba atento a todo. No hay nada de qué agradecer -expresó. No quería las gracias de los hermanos, no cuando ella les debía más que eso.

-¿Por qué lo haces?

-¿El qué?

-Alejarte -por unos segundos ella le miró, con algún temor de que el menor de los hermanos haya descubierto su secreto-. Me salvas y no tomas el crédito, ¿es por que piensas que no lo mereces? ¿Por eso te alejas?

Emma se mantuvo en silencio. Sam tenía en razón en su comentario, Emma no se creía merecedora de lo que decía él, pero el alejarse lo hacía sin esfuerzo ya.

Suspiró intentando buscar una respuesta práctica a sus preguntas.

-Cuando era más chica, siempre mi hermana era buena para hacer amigos rápido -iba diciendo mientras miraba la carretera, si miraba al cazador sabía que no podría seguir con la historia. Se armó de fuerzas para seguir contándole-. A todos los colegios y secundarias en las que entramos, ella siempre tenía amigas. Todos la querían -sonrió mientras flashes pasaban por su mente-. Yo era diferente. Nunca veía el punto en hacer amigos cuando no me quedaría ahí ni más de una semana.

-Comprendo lo que dices -confesó el de ojos verdes aunque no comprendía el cambio de tema-. Yo tampoco era de hacer amigos.

-Creo que es parte de la niñez de todo cazador -llegó a la conclusión Emma-. Pero yo lo intentaba. Intentaba ser como mi hermana para que mi padre no se preocupe, para verle el lado bueno a esta vida -las lágrimas pronto saldrían de sus ojos y no sabía cómo detenerlo-. Rachel siempre fue mejor hija. Quisiera que ella estuviera viva en vez de mí.

-Ey, espera -Sam le obligó a parar a un lado de la carretera, perdiendo de vista al Impala, pero de eso se preocuparían después-. Sé que quieres más que nada que tu hermana esté viva, pero no puedes dejar de vivir tu vida por un accidente.

The Past Is Behind [Supernatural]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora