20. Actividades nocturnas

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20. Actividades nocturnas

Corrió como si su vida dependiera de ello. No pensaba, solamente corría. Los pies le dolían pero al saber que el hotel no estaba tan lejos se sintió mejor. Su meta estaba cerca. No sabía que el hermano mayor había salido pero le pareció más cómodo solo hablar con el menor.

Prácticamente golpeó la puerta en vez de entras pacíficamente. El cazador estaba sentado en una de las sillas junto con su laptop buscando signos de disturbios sobrenaturales. Levantó la vista. Reaccionó desesperadamente, movió la silla y caminó a Emma.

La castaña estaba algo todavía en shock, respiraba con dificultad por la corrida y el miedo, su pelo y su ropa estaban desordenadas dándole una apariencia más desesperada. Sam la tomó de los brazos y la sostuvo, le quitó la campera para que el calor de la corrida y de la ropa no le sofocara.

Lentamente le hizo sentarse en la cama más cercana, la de Dean. Tranquilo, Sam controló la situación. Ninguno de los dos dijo ni una palabra, Sam le ayudaba a respirar más lentamente y así intentar volver al ritmo normal. Después de unos diez minutos en los que la castaña miraba el piso y trataba de borrar las imágenes recién subidas a su cabeza, Sam le habló tranquilo.

-¿Qué sucedió, Em? ¿De quién corrías? -preguntó amable y mirándole con atención, como si fuera una muñeca de porcelana que podía romperse sin las palabras adecuadas.

Los ojos azules de Emma se centraron en los rasgos del menor y empezó a marcar cada uno de ellos en su mente. Eso parecía tranquilizarle, luego de repasar la imagen de Sam enfrente suyo, respiró profundamente y habló.

-Trial. -contestó. Sam no comprendió hasta que la castaña siguió hablando-. Salí para pensar y me crucé con una sombra. Al principio pensé que era Crowley que quería seguir nuestra conversación, pero era algo más flaca... Era mi hermana. Pero no era ella -se contradijo tratando de buscar las palabras adecuadas-. Rachel nunca fue tan pálida, no tiene el pelo negro y nunca usó maquillaje dark. La cambió, es distinta.

El de pelo largo tuvo que elegir sus palabras para tranquilizar a Emma quien estaba al borde de las lágrimas. Ver a su hermana así de grande y cambiada, no era lo mejor que le podía pasar.

-Em, ¿qué hacía él aquí? -preguntó suavemente. Emma logró retener las lágrimas rebeldes.

-Dijo que no nos quería en su camino. Que estaba ocupado y que le estábamos molestando. Que si no lo dejábamos en paz, lastimaría a Rachel -miraba el piso con notable admiración. Su cerebro volvía a funcionar lentamente y sintió vergüenza lo estúpida que había sido.

-No la va a lastimar -afirmó Sam aunque sin poder darle pruebas.

-Me dijo que hay una sorpresa -recordó Emma-. Su amigo, el ángel, lo sabe...

-Si lo encontramos, te juro que será lo primero en la lista para preguntarle.

Ya relajada, Emma miró a su alrededor. El joven Winchester estaba buscando algo en internet pero al estar lejos no podía ver qué era. No entendía como a las dos de la mañana, Sam no dormía. Pero supo dentro que él buscaba algo relacionado con lo que buscaba Trial, y tal vez solo para animarle desde la otra noche en la que caía por desesperación.

Miró los ojos avellana del menor y sintió tranquilidad. Sam le daba lo que hace dos años no sentía: paz y confianza en sí. No sabía bien qué había hecho para merecerlo, pero agradecía tenerlo.

-¿Dónde está, Dean? -preguntó ella después de inspeccionar con la mirada el baño y la cocina.

Sam sonrió al ver cómo Emma no caía otra vez en la depresión.

The Past Is Behind [Supernatural]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora