The Past Is Behind [Supernatural]

35. Decisiones y despedidas

35. Decisiones y despedidas

Era mediodía cuando Sam y Emma se habían confesado todo. Después de que el cazador había "arruinado" el momento, Emma no dejaba de confesarle todo lo que sentía.

Explicó que se sintió traicionada cuando Lucifer le explicó todo aquello que ellos no le habían explicado, pero al correr la semana, se dio cuenta de que era una estupidez y que ella misma había ocultado cosas a ellos con miedo a perderlos. Cayó en la cuenta de que su pelea había sido estúpida. Se disculpó aunque Sam no le permitiera, él insistía que era su culpa y la de Dean.

-Y no te pienso ocultar nada más -explicó el castaño mirándole con ternura. Ya habían discutido el tema de Trial y cómo pensaban usar el libro. Solo quedaba discutir un tema importante para el cazador-. Por eso pienso contarte mi plan para atrapar a Lucifer.

Emma calló de inmediato. Le sorprendió de repente ese giro de la situación. Ya había dejado de llorar por Oliver y Julie, tenía pensado vengarlos, estaba decidida a eso.

-¿Entonces? -preguntó curiosa. Tanto habían hablado de sus problemas que se olvidaba que Sam también los tenía.

-No te gustará -confesó el cazador-. Pero debo hacerlo -tomó aire antes de soltar la otra gran bomba-. Hay una manera directa de abrir la jaula con los cuatro anillos de los jinetes. Ya tenemos tres de cuatro con Dean -Emma quedó callada para entender a la perfección y no interrumpir algo que era muy importante para Sam-. Diré que sí, pero controlaré mi cuerpo. Y luego solo necesito un salto hacia esa puerta. -explicó con detenimiento pensando cada palabra.

-¿Y cómo volverás? -preguntó Emma confusa, aunque cuando terminó de pronunciar ese comentario y entendió que Sam no pensaba volver. Las lágrimas se acumularon-. No piensas volver...

-Yo le he hecho esto al mundo, Em. Merezco ir allí abajo y pagar por lo que hice -explicó también con ojos vidriosos.

-No mereces ir allí, Sam. Todo lo que has hecho lo hiciste pensando en una buena causa. Aunque hayas liberado al maldito Diablo por la Tierra, eres una buena persona. ¡No dejaré que te pudras en el Infierno porque tú lo dices! -gritó enojada.

Era su forma de explicarle que no podía dejarle sola. No después de todo lo compartido y por compartir. Emma no se podía permitir perder a más personas.

-Em, es la única forma -dijo Sam ya mirando al piso, vencido por la reacción de la castaña.

-Encontraremos otra -accedió la cazadora tomando las mejillas del castaño con delicadeza y haciendo que ambas miradas se estrecharan-. Encontraremos otra manera, ¿si?

Sam negó con la cabeza, para indicarle que no estaba de acuerdo y para que lo soltara porque no podría seguir viéndola así, con más tristeza y rota por dentro. Y él fue el responsable.

-Estuvimos con Dean buscando otra forma desde hace meses... Pero no hay, Em -comentó ya con lágrimas corriendo por sus mejillas-. Solo quiero que estés conmigo en esto. Porque sé que si alguno de ustedes se pusiera en mis zapatos, harían el mismo maldito plan. Solo pido que si estos son mis últimos días en la Tierra, quiero disfrutarlos. Con Dean. Con Bobby y Cas... Contigo -confesó mirándole con esa mirada de cachorro perdido que nadie se puede resistir.

Emma comprendió. Sam estaba decidido a ir al Infierno para salvar al mundo, y lo único que quería era el apoyo de sus amigos y familiares. Entendió al instante. Sam no quería ir allí abajo, pero sentía la necesidad de arreglar el caos que había causado. Y Emma sabía que Dean no le había dado una suave pelea al respecto de ese plan, porque él era muy parecido a ella y además era su hermano menor. Pero el rubio pareció acceder al plan. Lo menos que podía hacerle era apoyarlo hasta el final, como él hizo con ella.