The Past Is Behind [Supernatural]

38. Sacrificio máximo

38. Sacrificio máximo

Sam peleaba contra Trial en el cuerpo de la chica que amaba. Dean peleaba contra Castiel, su mejor amigo. Y Crowley había desaparecido. ¿Acaso siempre sus planes salían mal? Se preguntaba el joven Winchester.

Trial era bueno luchando. Encajaba puñetazos en todo el cuerpo de Sam, varias veces lo había revoleado en el aire haciendo que éste se desequilibrara. Aunque el cazador no se daría por vencido, ni siquiera si llegaba a morir porque sabía que Lucifer lo traería de vuelta. No tenía nada que perder.

Dean intentaba no lastimar al ángel. Castiel no peleaba con su voluntad, el hechizo que el demonio le había hecho en su cuerpo era el que hablaba y luchaba. Supo que desde que él se apareció en su motel algo iba mal. Pero quiso omitirlo, quiso sentir que por una vez las cosas no eran tan complicadas. Pues era mentira. Siempre las cosas eran complicadas si se trataba de un plan con los Winchester.

El rubio esquivaba los golpes de su amigo. Eso parecía enfadar más al ángel y pronto sacó su espada angelical. Dean se sorprendió. "De ninguna manera eso era bueno" pensó mientras el cuchillo de Ruby volaba de sus manos para caer en el piso. Castiel sí había aprendido movimientos de lucha al estar con él y Sam. Con rapidez tomó su pistola y disparó a una de las piernas del morocho. El ángel miró su herida y levantó las cejas hacia el cazador.

-¿En serio, Dean? -preguntó con un tono de incredulidad. Sangre salía de la herida, pero eso no le afectaba a Castiel sino a su recipiente, Jimmy Novak.

Siguió disparando en lugares no tan graves, en las piernas o en los hombros. Pero el morocho no se detenía. Seguía caminando con sus ojos rojos y pupilas negras. En ese momento, Dean mataría por ver los impactantes ojos celestes de su amigo.

Sam, de nuevo, fue lanzado por los aires. Así atrajo la atención de su hermano que estaba también ocupado. Dean le dio una mirada silenciosa para ver si estaba bien, pero Castiel no le daba muchas oportunidades para chequear a su hermanito menor.

-¡Eres un idiota, Sam Winchester! -rió Emma mientras tomaba la pistola que el cazador había soltado en una de sus volteretas por el aire-. Tal vez por eso le gustas tanto a Emma -opinó mientras revisaba la cantidad de balas que le quedaban a la pistola.

Ese arma no le hacía nada a él, pero sí le lastimaría a Sam. Lo cual le lastimaría a Emma que seguía despierta dentro de su cuerpo. La verdadera Emma sufría por el corte de Sam, pero seguía viva. Luchaba por tener el control y por no morirse dentro del demonio.

-¡Déjalo en paz! -gritaba dentro de su cuerpo. Pero solo el demonio podía escucharla y no le haría caso.

La castaña forcejeaba dentro, no iba a dejar que Trial le hiciera daño a sus amigos o familiares. Estaba cansada de sentirse impotente contra el demonio. Estaba cansada de perder contra Trial. Esa vez sería diferente. Concentró todas sus fuerzas en recuperar el control, a toda costa.

-¿Quieres dejar de molestar, Emma? -preguntó el demonio en voz alta. El castaño le escuchó y una pizca de esperanza le inundó en el pecho. Emma estaba pelando por el control. Esa era su chica.

Se levantó del piso nuevamente y buscó con los ojos la Hoz. La encontró a escasos metros suyos. Si lograba clavarle la Hoz a Trial, esa pesadilla terminaría. El demonio se iría para siempre, con suerte Emma lograría resistir y seguir con vida y Cas sería liberado del control del hechizo del Caballero Infernal.

Cuando se propuso hacer realidad lo que pensaba, Emma apareció a su lado, estrió un brazo tomándole del cuello y alzándolo hasta que no pudiera tocar el suelo. La cara de Emma de puro odio, tanto que Sam por un segundo pensó que realmente era ella. Pero luego volvió a la realidad, era Trial. No su chica.