The Past Is Behind [Supernatural]

17. Engaños

17. Engaños

Después de terminarse el estofado de la abuela Julie, el postre de tarta vino. Cada uno tomó una porción y con eso bastó, excepto por el mayor de los Winchester, quien tomó mucho más que una porción.

-Sí que te gusta la tarta, niño -comentó la abuela feliz de que tuviera gente que apreciara su comida.

-No tiene ni idea -murmuró Sam con una sonrisa mientras Dean comía como si el pedazo de tarta fuera a escapar en cualquier momento.

Cuando terminaron sus porciones de tarta, cada uno partió a la habitación que le correspondía. Todos hicieron una parada en el baño que tenía la casa y luego fueron directo al colchón más cercano.

Oliver se había quedado en el piso de abajo, donde estaba su habitación. Mientras Emma esperaba que los hermanos dejaran de discutir quién iba primero al baño, se acercó a su amigo con lentes.

-¿Qué hay del caso, Ollie? -le preguntó para ya mañana poder tener un plan.

La atención del chico pasó del piso a los ojos celestes de la castaña.

-¿Qué? Oh, sí -habló rápido mientras se pasaba una mano por el pelo-. En cuanto a eso, Em...

-¡Dean, deberías ir último! -se escuchó un grito de arriba-. ¡Yo más que nadie sé cómo te cae el ajo después de comerlo!

-Cállate, Sammy. No todos quieren esa información -murmuró el otro.

-Ya cállense los dos -gritó una furiosa Julie, que al parecer ya estaba en su habitación cómoda mirando su telenovela favorita-. Dean, deja ir primero a Sam -Sam sonrió triunfante y le sacó la lengua-. Métete Sam antes de que cambie de opinión.

Y así los pasos del menor de los Winchester se adentró en el baño seguido de un suspiro cansino de su hermano mayor.

-Son un par de idiotas -suspiró Emma-. ¿Qué me decías, Ollie?

Oliver sintió cómo el sudor le caía en la frente y no sabía cómo expresar, lo que estaba a punto de decir, sin que Emma se enojara.

-Decía que no estoy seguro de que el cambia-formas esté aquí -susurró.

-¿Qué? -preguntó una confusa Emma-. ¿Por qué me llamaste para que viniera?

-Estoy seguro de que hay algo aquí. Digo, hay muertes y algunas personas desaparecidas... Pero no estoy seguro.

-Entonces, ¿qué hago aquí, Oliver? -preguntó con un tono enojado. Oliver notó cómo dejó de llamarle con su apodo, lo cual no era buenas noticias.

No dijo nada al respecto, la sala se inundó en un silencio que podía cortarse de lo denso que era. Hasta se pudo escuchar el retrete y al menor saliendo del baño.

-Dime, Oliver. ¿Qué hago aquí? -repitió con brazos en forma de jarra-. ¿Por qué me has mentido?

Oliver tardó en contestar.

-Porque te extrañado, mierda -aceptó casi eufórico-. Emma eres la única amiga que tengo y no te veo desde la Navidad pasada. No me llamas siquiera, debo ser yo el que aprieta el botón de mi celular para que te mantengas en contacto. Ahora que estas con los Winchester parece que me has dejado de lado.

Emma escuchó atentamente sin comprender mucho del tema.

-Y sí, te llamé diciendo que tenía un caso del viejo cambia-formas que tu padre y tú se encargaron porque sabía que vendrías y podría verte otra vez.

-¿Me estás diciendo que no hay caso? -preguntó enojada.

-No estoy seguro si lo hay, pero desapariciones y muertes hubieron.