Día 18: primera mascota.

324 48 12
                                    

Por motivos que tienen que ver con que deseeo que la trama, principal, sea linea al menos por otros cuatro o cinco capss, cambiaré el orden de los hitos. No se preocupen, se veran todos, solo que en diferente día.
NIngún personaje es mi autoría y desde ya se agradecen los comentarios y los ludos uwu

Los días de escuela no habían quitado nada del entusiasmo de su hijo por ir.

Había estado completamente seguro de que, cuando notara que no era lo mismo que el preescolar, la energía y alegría de Anubis bajaría a un ritmo considerable y entonces tendría que lidiar con un cachorro renuente a volver o a hacer la tarea. Después de todo ¿no era lo común? él era completamente así a esa edad.

Recuerda a su madre perseguirlo por todo el piso superior para que se pusiera el uniforme, y recuerda a su padre tras suyo para que se sentara e hiciera todas las tareas que los profesores enviaban. No eran muchas y eran actas para un niño de su edad, pero él venía de un entorno en que las actividades eran demasiado diferentes.

Pero como siempre su cachorro mostraba cuan diferente era, en referente a la personalidad, a él.

Anubis disfrutaba de ir todos los días al espacio escolar, siempre volviendo con una sonrisa radiante y miles de anécdotas sobre su día -la mayoría incluía las actividades de arte y los tiempos de recesos donde se unía en juego con esos otros dos mocosos. - a la par que estaba ansioso por hacer cada actividad - con su ayuda, por supuesto. - y comer los refrigerios que siempre estaban preparados para ese estómago sin fin.

No iba a quejarse porque le era más fácil sentarse a su lado y explicar cualquier duda a tener que perseguirlo o estar como halcón sobre él para que simplemente se sentara e hiciera cada deber.

Esperaba que esto durara por un tiempo, pero incluso él sabía que no tendría tanta suerte cuando llegara a la adolescencia.

Como adolescente, él sí que había sido volátil. En esa época su único pensamiento era salir cada fin de semana -no importaba donde - a cualquier hora y volver al día siguiente con claras señales de que no solo había ido a bailar.

Perdió la cuenta de cuantos castigos se llevó de Geb y cuantos regaños y miradas de exasperación obtuvo de Nut.

Sin embargo dudaba un poco que Anubis fuera igual.

Era demasiado pacifico, dulce, cariñoso y solía aceptar - en la mayor medida - cuando se le daba un no. Sacando la tierna edad de dos años -totalmente horrible- cualquier rabieta que tuviera en la actualidad apenas era visible. Pero, de nuevo, las hormonas en esa edad eran un desastre y se estremecía al pensar que su hijo podría ser un alfa.

Si él como omega había hecho tantas cosas relativamente cuestionables ¿qué le esperaba con su cachorro siendo alfa, cuyas hormonas en la adolescencia suben diez veces más que las de cualquier otra casta?

Aún quedaba tiempo, por supuesto, antes del examen para determinar la casta perteneciente e, incluso sabiendo la misma, el celo podía tardar de dos a cuatro años. Tenía años de sobra para prepararse para lidiar con todo eso, simplemente esperaba no perder la paciencia.

¿Una discusión? Fácilmente aceptable. ¿Una pelea a gritos? Él no se iba a quedar callado, era completamente seguro que se uniría al mismo nivel acabando con ambos cabreados, molestos y creando un desastre.

Con la suerte que estaba teniendo, quizás estaba adelantándose demasiado y tendría un cachorro calmado cuya única preocupación podría ser simplemente que se volviera menos sociable. Pero, a la par, si era cierto ese dicho de "los hijos son el karma de sus padres"...

Lo único que podía esperar es que al menos dejara una nota antes de fugarse o, bien, le dijera antes de salir para volver al otro día casi al amanecer.

🍼👶¡New Father!👶🍼Donde viven las historias. Descúbrelo ahora