Día 24: Primera llamada a dirección.

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Agradezco muchisimo cada comentario y voto que se me ha dado uwu no saben lo feliz que me hacen, la motivación que me dan por seguir escribiendo <3 muchas, muchas gracias.
Dicho esto:

⚠️Mención de intento de violación.
⚠️Mención de pensamientos suicidas y de autolesión.

Casi dos horas habían ocurrido desde el ataque y lentamente, tan lento como aquella primera vez, estaba recuperando el control de su cuerpo.

Lo primero que había hecho - una vez su hijo volvió en si - fue llamar a una ambulancia, informando de la situación. No quería que el bastardo muriera para dar pie a una sentencia de homicidio ni que saliera impune del intento de violación. Si, él estaba dispuesto al principio, pero en el instante en que ignoró su pedido de ir a su habitación, fue el comienzo de una lucha para que se alejara.

Si algo había aprendido con los años, es que cualquier acto que siguiera al claro "no" era un abuso y Osiris ya se había salido con la suya una vez ¿por qué debía permitir qué lo hiciera una segunda vez? Incluso si no se podía hacer nada porque no hubo penetración, mínimamente habría una denuncia, una mancha en el legajo y eso ya lo dejaba mal parado ante un juez.

Cuando llegaron los paramédicos junto a la policía fue cuando las cosas se volvieron un tanto tensas. Anubis le había permitido moverse para recuperar algo de ropa -le había ayudado a subir las escaleras porque sus piernas seguían temblorosas - y evitando todo deseo de bañarse para no borrar ninguna muestra de posible ADN, se vistió lo mejor que pudo. En cuanto bajó -de nuevo aferrado al brazo de su cachorro - ya habían llegado las ambulancias y las patrullas.

En el instante en que el ruido sonó, los ojos de su hijo se volvieron color plata, una mirada fría dirigida a las personas que comenzaron a entrar. El primer alfa que intentó acercarse para llevarlo a la camilla recibió un gruñido junto a feromonas que buscaban su propia sumisión.

Osiris pudo ser trasladado muy fácilmente al hospital, él tardó un poco más. Tuvo que convencer, relajar y mimar un poco a su pequeño hijo para que permitiera que al menos la joven beta se le acercara. Evidentemente la opción de que fuera solo a la clínica fue totalmente vetada en el instante que al soltarse el olor de Anubis se volvió amargo y fuerte, lo suficiente para ser asfixiante para desconocidos.

A pesar de la primera negativa, los paramédicos decidieron simplificar la situación dejando que el alfa dominante. -Efectivamente se había saltado esa palabra en el documento. Ahora tendría un alfa aún más hormonal en casa. - le acompañara en el mismo vehículo. Al menos Anubis le permitió entrar solo a la sala de revisión.

Fue un tanto humillante contar la historia más de dos veces, tanto a la médica como a la oficial. Desde la primera agresión hace quince años hasta el nuevo intento de violación, lo que le había dejado nuevas secuelas. Las fotos no fueron tan malas en comparación con tener que usar sus palabras para responder preguntas que realmente no quería.

Al menos el tono de ambas mujeres nunca fue uno de juicio. Era simple, suave y profesional, por lo que al menos no se sentía como si quisiera morir, por ahora.

No quería estar solo cuando todo el examen y la toma de declaración acabó así que cuando le preguntaron si quería permitir que su hijo entrara, obviamente dijo sí. Su cerebro estaba más que cansado con toda la experiencia del día, así que los pensamientos sobre pena, miedo y asco a sí mismo no estaban presentes, todavía no al menos.

Anubis sentado en la pequeña silla para visitas se veía tan cohibido, tan pequeñito. Casi no parecía el mismo alfa que había derribado a otro con tanta facilidad, volviéndolo parte de una de las castas más humilladas y degradadas, más que los propios gammas. Con la mirada de nuevo calmada, la sangre limpiada y la nueva ropa, solo parecía un adolescente asustado, su pequeño adolescente asustado.

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