Capítulo 4 | Hasta mañana guapa.

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Capítulo 4 | Hasta mañana guapa.

LISSA.

Es de madrugada. Doy vueltas en la cama, con la esperanza de encontrar la posición adecuada, pero no hay mas que hacer. No paro de pensar en ese maravilloso lamborghini recién salido del concesionario. Debe de costar un buen pastón un coche así.

Nicolás se despierta un momento.

---No puedes dormir?

---Lo que no puedo es dejar de pensar en ese daryl y su coche--- le digo--- pensé que estaba completamente fuera de mi vista.

---¿Porque mejor te paso la tarjeta de mi hermano para que lo contactes y consigas su firma así por tu parte?

Se me ocurre una idea loca de repente.

La idea es tentadora. Seducir a daryl y luego hacer que me firme un papel, sin que se de cuenta.

¡Pero es totalmente insensato!

Me levanto, incapaz de conciliar el sueño y cojo mi teléfono para que Nicolás me pase el número.

Luego de pasármelo. Apago brutalmente el teléfono y me vuelvo a la cama. Ya basta de tantas tonterías. Oigo a Nicolás moverse para abrazarme y giro la cabeza para ver que esta trajinando. Suspiro al constatar que está durmiendo tan tranquilo.

Sin embargo, en el momento en que me pongo a mirar al techo siento sus manos abrazarme. Su presencia a mi lado me sienta bien. Me calma.

Tengo miedo de enamorarme de el, es mi amigo y no quiero perder su amistad; no me molesta fingir un noviazgo o algo parecido, fingir besos que de verdad parecen reales porque algo si es cierto, besar a Nicolás se siente tan jodidamente bien, dormir con el no me causa nada. Pero enamorarme sería otra cosa.

No quiero salir lastimada otra vez...

Tanto pensar me hace querer llamar a Daryl antes de la hora. Estiro la mano para coger mi bolso sin molestar a Nicolás y rebusco dentro.

¡Aquí esta!

Levanto mi teléfono para buscar el número de la persona que estuvo a punto de matarme aquella vez. Daryl Ramirez.

Me pregunto que ha podido hacerle daryl a Nicolás para que califique como una mala persona. ¿Acaso daryl es un imán de problemas?

Juego un rato con el teléfono, sobre el que se reflejan las luces de afuera. España no duerme nunca. Sin embargo, a mi me gustaría dormir mucho.

Tengo sueño. Estoy agotada. No puedo dormir pensando en Daryl Ramirez y en su magnifico coche.

¿Y si le llamo?

Llamarle a las 4 de la mañana, ¿para que? ¿Es una broma?

Inspiro profundamente y cierro los ojos. Intento relajarme y no pensar en nada, pero es en vano. Me da igual, lo intento.

Me levanto de la cama, salgo de la habitación y marco el numero que Nicolás me dio. Es muy probable que no responda y que me salte el contestador. Como dice mi padre, el que no arriesga no gana. Y estoy dispuesta a esto por Nicolás.

---¿Diga?

Ostras, ¡ha cogido el teléfono!

Cuelgo de inmediato y tiro el teléfono a la otra punta del mueble.

No pero enserio.

¡Menuda piba!

Podría haberle dicho algo como: "Me eh equivocado de número, lo siento" O mejor. "Eh, ¡hola! Soy yo, la chica a la que por poco le partes las piernas aquella vez, también a la que besaste luego de aquel juego. ¿Que tal te va? ¡Necesitaria solo que me firmaras un papel! Gracias de antemano".

EL DESORDEN DE LA LLUVIA. #PGP2024Donde viven las historias. Descúbrelo ahora