Capítulo 34 | Rehabilitación.ALICIA CYRUS.
Tenía que hacerlo, debía hacerlo.
Más sin embargo no me inmuté ante la situación al darme cuenta que de verdad estaba mal. Solo podía repetir en mi mente todo lo que estaba mal; era defectuosa, no era como las demás chicas y debía cambiarlo.
No debería fumar.
No debería sentir atracción por mi hermanastro.
No debería ser yo.
Debía cambiar.
Tenía que cambiar.
Aunque fallé en el momento de convencer a Alexander para que asistiera a rehabilitación conmigo. El seguía creyendo en que estaba bien que nos sintieramos atraídos el uno por el otro. Estúpido.
Menudo estúpido.
Intenté hablar con él sin discutir porqué, si no terminabamos peleando, terminabamos teniendo uno que otro encuentro sexual.
Dolía como la mierda sentirse tan, vacio. Siempre me sentía así y la unica forma de refugiarme era la nicotina. Amaba fumar, era mi refugio. Pero todo lo malo llegó cuando sentía que ya ni eso me llenaba.
¿Porqué?
Fumaba y fumaba, por mas que lo hiciera no me sentía conforme, no me sentía bien. Quería más y más, hasta saciarme de nicotina. Si, empecé a consumir marihuana y otras cosas solamente para determinar mi ansia. Anhelaba terminar este dolor hasta que ya no pude más.
No podía.
Empecé a consumir marihuana hace poco tiempo, no sabía igual que la nicotina pero su efecto era muy bueno, sabía funarme hasta tres rollos al día -sin contar los cigarros, o el vape- por suerte, no era fanática del alcohol pero sabía muy por dentro de mí que era mejor el vonsumo de alcohol que el de las drogas. Claramente.
Me sentía dañada, me sentía trizte.
Ni miles de rollos de marihuana harian de mi vida una vida normal, pero por lo menos, podía olvidarme de mí por unos instantes cuando lo hacía.
Entonces un dia contemplando un rollo me pregunté; ¿realmente soy felíz? ¿vale la pena consumir esta mierda? Entonces llegué a la conclusión de; tenía que ir a rehabilitación.
Debía hacerlo por mis padres, por mi fallecida madre. Por ella solamente.
Amaba a mi madre, desde dentro de mi sabía qu el algún momento me dejaría cuando le diagnosticaron cancer.
Eso me hundió.
Por esa razón, cuando ella murió acudí a la droga. En primer lugar, mi padre estaba devastado. Yo era hija única hasta que mi padre decidió mudarnos y traer consigo a su hijo mayor, uno que tuvo con otra mujer antes de estar con mi madre. Específicamente ese hijo era. Alexander Cyrus.
Desde la primera vez que lo vi, sentí una atracción magnética que me hizo querer refugiarme en el. Por primera vez en mi vida, no me sentí tan devastada y sucia cuando estaba junto a él.
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EL DESORDEN DE LA LLUVIA. #PGP2024
RomantizmElla es puro deseo, mientras que el es su depredador. Ellos están en un dilema, un completo caos y dejavu. Dos polos opuestos, dos almas diferentes, un noviazgo falso, una mentira, un casamiento y un sentimiento que volverá todo su mundo patas arrib...