EL DESORDEN DE LA LLUVIA. #PGP2024

Capítulo 20 | Una belada para dos.

CAPITULO 20 | RELÁJATE.

EN ALGÚN LUGAR DE MI SUEÑO.

---Chica buena--- se agacha para pasar su lengua por mi abdomen que ahora, esta entremeciendose y temblando con cada embestida suya.

Muerde y chupa mis pezones, enviando una ola de placer que recorre mi cuerpo en miles de sensaciones que son indescriptibles para mi pequeño ser.

Madre mía, madre de los abdominales.

Te encomendo mi alma, mi espíritu y mis pensamientos.

Mi conciencia otra vez.

Gimo de dolor cuando muerde mi pezón, para luego subir a mi cuello y besarme hasta llegar a mi boca y devorarme como siempre lo hacía.

Sigue embestiendo, entrando y saliendo desesperandome. Acelera sus movimientos, su tez se vuelve pálida, por lo que estoy segura que está a punto, a punto de llegar al orgasmo.

Muevo mis caderas en busca de un placer más profundo. Se escuchan gemidos -nuestros gemidos- por toda la habitación hasta que llega, siento su esencia caliente salir de mí.

Ambos nos quedamos unos segundos tumbados, el sobre mí, con ambas respiraciones aceleradas y un placer inmenso recorriendo nuestro cuerpo en busca de recuperar el pulso.

~~~~~♡~~~~~

---Despierta, dulzura--- siento unas manos posar sobre mis mejillas, para cuando abro los ojos e intento adaptarme a la luz del día, me encuentro con esos hermosos ojos avellana puestos sobre mi ---Eh traído tu desayuno, debes estar exhaus...

---No lo estoy--- digo animada, y sobre todo luego de ver la bandeja junto con el desayuno que tiene sobre esta.

Unos panqueques con un relleno de lo que parece ser... ¿mermelada? Mientras que al lado hay una taza que lleva chocolate derretido y unas frutillas a su alrededor, decorando el plato. Un vaso con zumo de Naranjo, y pequeños trozos de frutas sobre un tazón.

Me muerdo el labio, ansiosa por probarlo, ojeo a Nicolás mientras que éste se sienta frente a mí y me mira detenidamente para luego viajar su vista a lo que parecen ser las frutillas.

---¿Antes habías probado las fresas con el chocolate?--- este rompió el silencio que antes teníamos.

---Aún no lo hago ---Admito, mirando el brillo de sus ojos.

---Estás en tu día de suerte--- dice posicionando una mano en mi mejilla.

Toma una fresa del plato y la baña en el chocolate derretido, la acerca a mi boca y, en cuanto la pruebo, no puedo evitar sonreir por el increíble sabor que tiene la combinación.

Muerdo mi labio. Y Nicolás me da otra frutilla.

---Mmm... delicioso--- digo con la boca llena, admirando el sabor agridulce.

---Es una lástima que no los habías probado antes--- limpia una mancha de chocolate que hay fuera de la comisura de mis labios.

---Es increíble--- digo, dando un mordizco al panqueque con mermelada.

---Desayuna, luego te arreglas--- demanda y yo arrugo el entrecejo.