capitulo 28 | El ultimo día.

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TWENTY-EIGHT.

La temperatura bajó, algo que vendría siendo una muy buena noticia. Sinceramente. En un momento pensé que iba a congelarme. En vano.

Nos encontramos en una tienda de vestidos, Nicolás me trajo -pero no sé para que cojones quiere que compre un vestido- ya que es nuestro último día aqui en Florida.

Se acerca una mujer alta, que aparenta algunos trenta y tanto, pero si soy sincera debo admitir que es una mujer bastante hermosa.

---¿En que puedo ayudarles? ---le pregunta hostil.

Sonreí, miranso a Nicolás.

---Si, quiero un vestido elegante para mi prometida. ---Respondió, la señora admiró mi cuerpo y luego se aclaró la garganta.

---¿Para que tipo de enventos? ---preguntó ella.

---Fiesta de Compromiso.

---Entiendo. ---dijo la rubia, buscando algo o alguien en el lugar ---¿Tienen presupuesto o ilimitado?

---Ilimitado.

Abrí tanto mis ojos de manera sorprendida que empezaron a dolerme. La chica asintió y fue en busca de alguien, me giré hacia Nicolás y le di una mirada fulminante, y me aclaré la garganta para hablar.

---Nick, elegiré un vestido común, no un vestido que cueste un pastón de dolares.

El chico puso los ojos en blanco y me miró.

---Por el dinero no te preocupes, eres mi prometida y no me importa gastar en ti mi dinero.

Me sonroje.

---No te dejaré gastar tu dinero en mi, sería egoísmo.

---Multi-billonario, hermosa. ---habló muy orgulloso, yo bufe.

---Arrogante.

---¿Por qué? ---preguntó ofendido.

---Porque me estás echando en cara todo el puto dinero que tienes.

---Pues dejame gastar lo que se me de la gana en ti y dejaré de hacerlo. ---Carraspee cansada, y el sonrió victorioso.

Se acercó nuevamente la rubia que nos atendió antes, pero esta vez venía acompañada de una pelinegra con lentes, ambas se dirigían hacia mi, la negra habló:

---Buenas Tardes, señora Ramírez; un gusto conocerla, mi nombre es Natalia y ella es mi compañera Magalie, amamos la idea de tenerla presente, trabajar y poder alistarla para la fiesta. ---miré a Nicolás confundida y este se encogió de hombros.

---Hoy vamos a festejar nuestro compromiso.

---¿Enserio? ---No evite chillar de la emoción ---Me haces muy felíz amor, pero, ¿sabes lo nerviosa que estoy?

El pelicastaño sonrió.

---Es nuestro ultimo día en Florida, no sabemos hasta cuando volveremos aquí. ---explicó ---Mi madre me insistió con que debíamos hacerlo hoy.

EL DESORDEN DE LA LLUVIA. #PGP2024Donde viven las historias. Descúbrelo ahora