Capítulo 7 | ¿Y lo nuestro?
Cuando llegamos a la casa, me siento en una esquina de la cama a pensar. Nicolás entra a la habitación y parece notar lo bien lejos que me he ido esta vez. Chasquea sus dedos frente a mis ojos, haciendome volver a la realidad.
---Te extrañé mucho estos dos días--- me agarra la mano y se sienta a mi lado.
---Yo también te extrañé mucho, perdón por no decirte que iba a estar con...--- en ese instante Nicolás me agarra del cuello y me besa, esta vez más profundo, más intenso, más brutal.
Me dejo llevar, Nicolás comienza a bajar sus manos de mi cuello hasta mis entrepiernas subiendo mi vestido. Obligándome a hacer presión.
---Lissa--- Su voz ya no es esa a la que estoy acostumbrada a oír, su respiración se ha vuelto más insconstante, más penetrante, más acelerada, más marcada esta vez.
---¿Si?
---¿Quieres que te toque ahi?
---Si, Tocame--- susurro.
Nicolás obedece, mueve mis panties a un lado y en cuanto sus dedos hacen contacto con mi intimidas, me estremezco. ---Madre mía Lissa, estás tan mojada.
Sus dedos hacen maravillas, me encantaría saber donde aprendió todo esto. Mi respiración se ha vuelto más intensa, un ritmo cardíaco normal no es como yo le llamaría, no quiero detener estas sensaciones tentadoras y adictivas, se siente tan jodidamente bien, me hacen estremecer.
Arqueo la espalda.
Mi orgullo se fue en el mismo instante en cuanto entró sus dedos dentro de mi ropa interior e invadió mi intimidad. Estoy alcanzando el orgasmo y el parece notarlo, ha vuelto más brusco el movimiento de sus dedos, mi cuerpo tiembla, lo puedo sentir bien.
Sólo hay sensaciones
¡¡¡Maravillosas sensaciones!!!
---Lo estas disfrutando?
---¡¡¡Si!!!---No puedo evitar gemir sin control, me acerco al orgasmo ---Oh Dios mio soy toda tuya.
---¿Toda mía?
---Si, Todita tuya.
Todo mi cuerpo explota en miles de sensaciones que recorren cada parte de mi, haciendome gemir más fuerte, algo electrificante.
*Nicolás usa su mano libre y cubre mi boca*
Lo que estoy sintiendo ahora no es nada comparado con lo que siento tocándome yo misma, Nicolás libera mi boca y se despega para desabrochar el cierre de su pantalón.
Entonces pasa y entro en pánico. De repente, me toma de la cintura y me acerca a el, puedo sentir todo, todo sin la tela del pantalón y de su ropa interior, ¡Que duró está!
El roce es contacto de piel en piel, sobresalto al ver lo grande que es.
Trato de alejarme.
Nunca estuve preparada para verlo e esa manera; desnudo en mi cama, mirándome con deseo, sonrojado.
Esos hermosos ojos brillantes que tanto me gustan.
ESTÁS LEYENDO
EL DESORDEN DE LA LLUVIA. #PGP2024
RomansaElla es puro deseo, mientras que el es su depredador. Ellos están en un dilema, un completo caos y dejavu. Dos polos opuestos, dos almas diferentes, un noviazgo falso, una mentira, un casamiento y un sentimiento que volverá todo su mundo patas arrib...