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Una carreta tirada por dos corceles negros se detuvo en la entrada del pequeño pueblo de nombre Karmaland, de esta bajo un hibrido pato junto a su equipaje recorrió con la mirada la entrada del pueblo notando la escasez de la tecnología.

Tal vez demore en acostumbrarse pero podría sobrevivir.

Chistó dando dos pasos cuando se percató de la presencia de tres híbridos enfrente suyo, al verlos parados juntos intentó no reírse al ver gran diferencia de edad entre el anciano beta que estaba entremedio de dos alfas que lo miraban con una sonrisa o bueno solo el canino ya que el felino lo miraba con cara de pocos amigos.

Merlón: Bienvenido seas joven Quackity - Avanzó con ayuda de su bastón sin borrar su sonrisa mirando fijamente al alfa - Espero que su viaje haya sido todo un placer.

Estaba por responder pero ni pudo abrir la boca cuando el canino se acerco tomando su mano comenzando a moverlo de arriba y abajo en forma de saludo, comenzando de ese modo a contarle sobre la comunidad de Karmaland y cosas que no le puso atención gracias a su alfa interior que quería golpearlo por atreverse a tocarlo.

Su vista pasó al único que no a dicho nada, este solo estaba parado con los brazos cruzados moviendo su cola con calma junto a un semblante recto y frío.

Tal vez más adelante se puedan llevar bien.

Vegetta: Y esas son las principales reglas - Sonrió con orgullo pero al ver que el otro estaba distraído se le formo una pequeña vena - ¿Escuchaste todo lo que dije?

El pato alzo la mirada en su dirección totalmente desinteresado y para hacerlo saber estiro sus brazos como sus alas soltando un bostezo.

Quackity: Sin ofender pero estoy algo cansado - Señaló detrás suyo donde se encontraban sus equipaje - ¿Dónde puedo dejar mis cosas? Quiero buscar un lugar para establecer mi casa.

No quería quedarse en una cabaña llena de telarañas o que huela a humedad, quería construir su propia casa y habitarlo durante su pequeña estadía para calmar sus crecientes emociones negativas.

Merlón: Oh por supuesto, Willy lleva su equipaje al ayuntamiento por mientras - El felino sin cambiar su semblante acato la orden tomando los equipajes para guardarlo en su inventario - Muy bien que comience el recorrido.

Dicho aquello el lobo agitaba su cola emocionado por mostrarle el pueblo.

Miraba todo con fascinación y curiosidad no se esperaba encontrar con construcciones que vibraban en vida gracias a la misma vegetación, los habitantes los saludaba con cordialidad no como en su lugar de origen donde todos te miran con odio y deseo de muerte si no eras nacido de una alta cuna pero lo que mas le llamaba la atención eran los artefactos mágicos.

Trataba de memorizar el recorrido para la siguiente vez ir directamente a la tienda donde vendían unos artefactos que le serian de mucha ayuda para futuros experimentos.

Vegetta le explicaba literalmente la historia del pueblo junto al nacimiento de la manada de héroes mientras señalaba una que otra construcción y su función. El recorrido siguió hasta parar en mitad del pueblo donde Merlón se despidió para seguir con lo suyo al tener otras obligaciones que cumplir.

Se despidieron dejando a los dos alfas dominantes uno totalmente incomodo queriendo callarlo pero debía contenerse al no ser su territorio y el otro alfa estaba mas que feliz de que llegara un nuevo habitante.

Vegetta: Y así fue como los dioses nos eligieron para ser héroes - Finalizó volteando a verlo con una amplia sonrisa meneando su cola de la emoción - Bueno ya es hora de que conozcas a la manada.

El felino es mío  - LuckityDonde viven las historias. Descúbrelo ahora