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Pequeños gruñidos de molestia salían de su garganta al sentir sus alas aplastadas, se giro en la cómoda cama quedando de lado liberando la incomodidad de sus alas soltando un suspiro de alivio volviendo a quedarse dormido.

Aquel día no tenía ganas de levantarse, es más iba a seguir durmiendo si no fuera por un agradable aroma que le hizo gruñir el estómago.

Con pesadez fue abriendo sus párpados pero se arrepintió al ser impactado con el brillo del sol.

Quackity: Oh fuck! - Gruño cubriendo sus ojos de la luz.

Se levantó quedando sentado en la cama, miró su alrededor aun desorientado intentando recordar en dónde estaba.

El cuarto era muy espacioso en el lado izquierdo de la habitación contaba con un armario doble con un espejo en la puerta, un escritorio de roble oscuro con algunos libros mientras que en la derecha había un sillón de cuero color negro con una pequeña mesa redonda con un florero de cristal donde había margaritas, obviamente la cama y un pequeño mueble donde estaba la lámpara y enfrente suyo había un librero junto a esa dichosa ventana infernal.

Al recordar lo que pasó llevó su mano en el costado de su abdomen pero solo sintió un pequeño dolor no como el de ayer que llegó a insultar hasta los mismísimos dioses.

Sus alas se agitaron al escuchar el repentino golpe de la puerta sacándolo de sus pensamientos.

Luzu: ¿Quackity? - Sonó del otro lado de la puerta, bueno por lo menos respetaba la privacidad - ¿Puedo pasar? Te traje el desayuno.

Se acomodo lo mejor posible en la cama tratando igualmente no hacer movimientos bruscos.

Quackity: Adelante - Hablo lo suficientemente alto para que el contrario pudiera oírlo.

La puerta se abrió dejando ver al castaño con ropa mucho más cómoda pero con esa pequeña tela cuadriculada que rodeaba su cuello, polera blanca con una camisa de cuadros encima, pantalones negros y unas simples zapatillas desgastadas.

Se acercó hasta estar enfrente de la cama Quackity sentía la mirada del felino recorrer su cuerpo asegurando que los vendajes estuvieran en su lugar.

Luzu: Buenos días Quackity - Su semblante mostraba alivio de ver al alfa en buen estado - No sabía que podría gustarte así que hice un poco de todo. 

Traía la misma bandeja de ayer solo que esta vez traía un vaso con jugo de naranja, una taza con café, en el plato había dos panes tostados con huevos revueltos con trozos picados de pollo y en un pocillo había ensalada de zanahoria y tomate.

Quackity: ¿Todo eso es para mi? - Lo vio incrédulo de que se haya tomado la molestia de hacerle el desayuno.

Asintió dejando la bandeja en sus piernas esperando que el alfa probara su cocina.

Ayer no tuvo la oportunidad de preguntarle si le había gustado la comida ya que tan rápido termino de hacer sus cosas y entrar al cuarto lo encontró durmiendo.

Luzu: Tal vez no sea mucho pero es algo liviano y saludable - Contestó soltando una pequeña risa al final, se acercó al armario abriendo una puerta en busca de ropa que le podría quedar al alfa - Mis amigos suelen dejar sus ropas cuando vienen aquí, tal vez encuentre algo para ti.

Mientras Quackity desayunaba Luzu buscaba en el ropero alguna prenda que pueda usar el alfa.

Hizo aun lado los percheros para buscar más a fondo encontrando las poleras crop de Alexby, ropa interior de Lolito y los accesorios de Staxx que estaban dentro de una caja.

El felino es mío  - LuckityDonde viven las historias. Descúbrelo ahora