El felino es mío - Luckity

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Corría dando grandes saltos que asustaban al omega que se aferraba con desesperación al cuerpo del beta que estaba más concentrado viendo la gigantesca montaña donde reposaba un castillo negro.

Desde que se enteró que Luzu había vuelto al comienzo no se lo podia creer.

Era casi irreal después de tantos días de búsqueda sin encontrar ni una sola pista de su paradero y cuando escuchó que fue vendido sus esperanzas de volverlo a ver eran pocas.

Se encontraba aún en la casa del reptil cuando le llegó el mensaje, mensaje que estaba por ignorar de no ser por su animal que le insistía en leer por si se trataba de los cachorros.

.-Rubius no tengo mucho tiempo pero ve a casa de Vegetta,

comprueba si Luzu se encuentra con el y de ser el caso... Por favor te lo pido, no lo dejes solo -. Willy.

Cuando leyó el mensaje creyó que se trataba de un sueño pellizcando su muñeca pero al sentir el dolor, se le fue el aire y si no fuera por StaxX que trataba de volverlo a la realidad aun seguiría en trance de pie en la cocina.

Paro de golpe al llegar a los pies de la montaña, el omega estaba apunto de bajar y buscar el ascensor cuando el oso se paró en sus patas traseras comenzando a escalar la montaña sintiendo como su pelaje era tirado gracias a StaxX que se aferraba con desesperación debido al miedo de caer a gran altura.

StaxX: ¡Rubius si me caigo te juro que te mato yo mismo! - Siseo rodeando el cuello con sus brazos.

Hizo oídos sordos trepando lo más rápido posible, casi resbalando en algunas ocasiones sacándole un pequeño infarto al reptil.

Se impulsó llegando finalmente a la cima y el omega se bajó dirigiéndose a la entrada de la casa dispuesto a tocar el timbre cuando a su lado pasó una gran mancha café impactar contra la puerta.

StaxX: ¡Eh! Para Rubius que es ilegal entrar sin permiso - Se puso entremedio de la puerta y el oso abriendo sus brazos rogando para que el dueño de la casa no apareciera en ese momento.

El pelaje fue desapareciendo dejando expuesto una tersa piel blanca con algunas marcas de zarpazos pero decorado con pequeñas pecas en el cuello y hombros.

StaxX apartó la mirada a otro lado evitando ver más de la cuenta.

Rubius: Que me griten luego - Rodeó su cuerpo dirigiéndose a la puerta listo para entrar a la fuerza - Necesito entrar ya.

Tomo la perilla e iba a tirar de ella si no fuera porque esta fue abierta del lado opuesto llevándolo con él.

Chocando contra algo duro, bajo la vista listo para apartar aquello pero al encontrándose un desordenado cabello negro con las orejas gachas, el dueño de las mismas alzo la mirada revelando su cansada mirada morada.

En cuanto sus miradas se cruzaron olvido por completo a qué venía o el porque su animal estaba más sumiso de lo normal.

Vegetta: ¿Rubius? - En cuanto escuchó su voz sintió a su animal removerse, el lobo lo miraba interrogante por su puerta - Ya te había dicho que no destruyeras mi puerta y simplemente toca.