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El sol salía poco a poco dejando ver sus primeros rayos, con ello el calor que poco a poco aumentaba y si no te cubrías en algún lugar fresco o con sombra podrías sufrir un fuerte golpe de calor e insolación pero así era el desierto, un lugar fácil de perderse y donde puedes morir sin ser encontrado.

Nuestros alfas aún se encontraban en la caverna, trazando un plan de respaldo y como tratar de comunicarse con los dioses ahora que no estaban dentro de los límites de Karmaland todo eso hablaban mientras preparaban la comida.

El lobo intentó nuevamente de invocarlos con un ritual pero ni una sola señal de los dioses.

Vegetta: Si tan solo tuviéramos en nuestro equipo a Rubius o Alexby - Murmuró mordiendo su labio inferior frustrado - La comunicación sería más sencilla.

Por alguna razón esos dos tenían una fuerte conexión con los dioses, sobre todo el oso que nada más instalarse en el pueblo los del templo se acercaron para informarles que el beta estuvo pidiendo muchas cosas y que le han cumplido la mayoría de sus caprichos mientras que Alexby solo les pedía cosas pero solo cuando era realmente necesario.

Su alfa rugía en molestia al sentirse una vez más desplazado por los dioses.

El intenso aroma a lavanda quemada comenzó a emanar en su alrededor, llegando a los dos alfas que arrugaron sus narices haciendo control en ellos mismos para calmarse y no lanzarse encima del lobo.

Fargan decidió ir en dirección contraria adentrándose a la cueva en busca de algo con que perder el tiempo dejando a los otros dos a solas.

Willy: La comida ya va a estar lista en unos minutos - Su oreja izquierda se sacudía al tratar de contener su creciente molestia.

Chisto molesto al sentir más fuerte el aroma a lavanda, de su mano apareció un palo y se giró dispuesto a golpearlo con el mismo pero al verlo arrodillado en el suelo con las orejas gachas y su cola pegada a su cuerpo... Se le vino a la mente un recuerdo.

Un joven lobo de dieciséis años en la misma postura solo que con los ojos llorosos por haber fallado en el entrenamiento que por tantas noches se paso en vela para aprender hasta el mas mínimo detalle.

Como en aquel entonces se fue acercando liberando un poco sus feromonas.

Willy: ¿Ya intentaste con darles un sacrificio? - Hablo sacándolo de su trance.

Su alfa soltó un gimoteo meneando su cola al sentir aunque solo sea por unos minutos el agradable aroma a café del felino que por tanto tiempo estuvo añorando por volver a sentir.

Carraspeó tratando de volver en sí, se hizo aun lado dejando a la vista el pequeño pero detallado a la perfección una runa de invocación.

Vegetta: Les di carne, diamantes y oro pero aun nada - Intentó demostrar que se encontraba bien pero sus orejas nuevamente decayeron - Incluso use algo de magia pero no resultó.

El felino comprendió su malestar, Vegetta últimamente a mostrado interés en el mundo de la magia pero aun no conseguía lograr algunos temas como hacer un conjuro.





"Ni se te ocurra ayudarlo"





Willy: A ver muéstrame lo que haces, tal vez te pueda ayudar en algo - Su alfa le maldijo al ser débil con ese lobo.

El felino es mío  - LuckityDonde viven las historias. Descúbrelo ahora