Las nubes ocultaban egoístamente el sol que seguía en el cielo tratando de brindar sus rayos a la tierra fallando a la espera de que estas se fueran moviendo, algunos animales se iban a sus madrigueras mientras que unos pocos seguían en el bosque en busca de comida o simplemente caminando para entrar en calor.
Los arboles cubiertos por una gruesa capa de nieve pero algunas de las ramas de estos no podían soportar el peso de esta dejándola caer creando un sonido sordo siendo ahora acompañada por las pisadas de dos individuos que no hacia mucho salieron de una grieta.
Rubius tarareaba una melodía mientras daba pequeños saltos de felicidad al haber encontrado muchos diamantes en la mina que encontraron al derribar una pared de roca.
Detrás de el le estaba siguiendo un Luzu que trataba de seguirle el ritmo pero como anteriormente había sucedido sus pies y la mitad de sus piernas era tragados por la gruesa capa de nieve, no le quedaba de otra que pisar donde el oso pisaba.
El oso miraba disimuladamente al felino, imaginándolo como un cachorro tratando de seguir a su madre.
Soltando una risa risueña.
Rubius: ¿No prefieres que te cargue? - Volteo su cuerpo con una sonrisa burlona.
Luzu: No te preocupes Rabis, puedo solo - Contesto con una pequeña sonrisa volviendo a seguir el paso.
El beta simplemente se le quedo viendo sin decir una palabra para luego mirar su brazalete de un tono blanco para comprobar el estado actual de los otros dos y continuar su camino. Sus orejas castañas se alzaron al ver el pequeño campamento que había montado el zorro en su ausencia.
Rubius: ¡Llegamos! - Grito haciendo eco en el bosque espantando algunas aves.
Los caninos alzaron sus cabezas buscando a sus compañeros, viendo al oso correr en su dirección mientras alardeaba encontrar buenos materiales quedando enfrente de los caninos los cuales tuvieron que estirar sus cuerpos para encontrar al tigre recién saliendo del bosque.
Al igual que el oso trataron de ocultar sus risas al verlo tratar de pisar las huellas del oso pero eso no fue lo único que les estaba haciendo sonar las alarmas sospechando de ver al oso demasiado feliz.
Luzu finalmente llego con ellos y por alguna razón estaba actuando más tímido y reservado que de costumbre.
Le ayudaron a quitarle la nieve que se había adherido a sus piernas acercándolo a la tienda donde tenían los hornos cocinando unos hierros junto a una tetera donde estaba hirviendo café. Una vez que los dos entraron en calor Luzu soltó un estornudo acercándose al coyote entregando todos los materiales que estaban en la lista.
Tanto el coyote como el zorro se miraron de reojo.
Mangel: ¿Paso algo interesante? - Preguntó buscando la mirada del felino quien tomaba un sorbo de la taza.
Al sentir el cálido sabor del café dulce un suave ronroneo se hizo escuchar.
Rubius: Encontramos uno que otro campamento abandonado - Tomo a Luzu de los hombros atrayéndolo hacia su cuerpo y debido al susto paso a tirar un poco del liquido en el suelo - ¿Verdad, mi niño?.
Un escalofrió le recorrió el cuerpo al escuchar aquel apodo, su cola se le enrosco alrededor de la pierna.
Luzu: Si - Susurro agachando la cabeza junto a sus orejas.
Acción que no fue ignorada por los caninos, algo debió pasar en ese lapso de tiempo que fueron a buscar materiales.
Illojuan quería saber los detalles, pero tenía el tiempo contado para terminar con su trabajo. Miro una vez más al felino caminando hacia la zona donde estaba aquella carreta y terminar lo mas antes posible.
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El felino es mío - Luckity
FanfictionQuackity a llegado al pueblo de Karmaland para rehacer su vida desde cero, esta vez piensa vivir con tranquilidad y sin meterse en pleitos... Oh eso pensó. Quien diria que por un felino su vida daría una vuelta de 180 grados.