Este capítulo contendrá escenas +18
El calor de su cuerpo iba aumentando y con ello un fuerte dolor en su vientre que le hacía soltar cada tanto un jadeo, ni con la misma brisa podia calmar aquella sofocación, la parte superior del vestido le estaba comenzando a incomodar por la fricción en su pecho queriendo arrancarlo.
No fue hasta que fue alzado que su omega chillo debido al agarre de las manos del beta.
Luzu: Ahg - Jadeo una vez más aferrándose con desesperación al polerón del oso.
Rubius: No jodas, mi cachorro te estás enfermando - Sus orejas se agacharon por la preocupación de verle en ese estado - En cuanto lleguemos te vas derechito a tu cama.
Asintió sin querer hablar por miedo a responderle con algún sonido obsceno.
En cuanto llegaron el oso tuvo que abrir la puerta con ayuda de su pie al no poder separar el felino de su cuerpo, al entrar por accidente pasó a llevar una de las mascotas mas especifico el gato que exigía comida a través de sus maullidos.
Su cola se meció enroscándose al percibir la fragancia del vino, haciéndolo lloriquear de la desesperación, su omega quería ir corriendo al cuarto del alfa y tirarse de lleno a la cama para restregarse en las sabanas con la intención de impregnarse con el aroma del alfa.
Necesitaba aquellas feromonas en su cuerpo.
Luzu: Ra- Rabis déjame aquí por favor - Señaló el sillón doble donde anteriormente se encontraba Anselmo con Calamardo.
Asintió tratando de ver por donde pisaba para no pasar a llevar ningún animal, hasta llegar a los sillones donde lo terminó dejando en el sofá que señaló el tigre y este inconscientemente se aferró a uno de los cojines llevándolo a su vientre para hacer presión para calmar el dolor punzante.
No lo podia dejarlo solo y mucho menos con el repentino cambio de salud.
Rubius: Pondré agua hervir para hacerte un te - Estiro sus brazos tratando de relajar sus músculos caminando en dirección a la cocina siendo seguido por todas las mascotas - Oye mi cachorro ¿Les doy de comer a tus mascotas?.
Luzu: Por favor - Murmuró con la voz entrecortada.
La voz del oso hablando con sus mascotas cada vez lo escuchaba más lejano, se recostó aun con el cojín pegado a su vientre quedando en una posición fetal rogándole a los dioses que aquel dolor se fuera disipando.
Por otro lado su omega chillaba por algo de atención en su ya necesitada zona íntima.
Aún se encontraba en la cocina tratando de alimentar a los animales pero teniendo un gato arriba de la mesa, un cerdo y pato caminar alrededor suyo mientras un goblin trepaba su pierna estirando su manita esperando que le diera una manzana... Sin duda su animal estaba en un conflicto.
Rubius: ¡Quedaos quietos coño! - Soltó un gruñido abriendo una de las puertas de la alacena en busca de sus comidas.
Revisó cada uno de los estantes hasta hallar los alimentos correspondientes para cada uno dejándolo por fin en paz e incluso encontró unas hierbas secas para hacerle un té a Luzu, olisqueó algunas esperando encontrar alguna de aroma agradable pero solo logro arrugar su nariz y cejas.
Rubius: Agh que asco - Cubrió su nariz con sus dedos alejando lo más posible la hierba de su nariz.
Miro las otras hierbas pero ahora tenía miedo de olerlas pero realmente quería hacer un gesto lindo para el felino aparte de haberle prometido que no diría nada sobre sus juguetes.
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El felino es mío - Luckity
Fiksi PenggemarQuackity a llegado al pueblo de Karmaland para rehacer su vida desde cero, esta vez piensa vivir con tranquilidad y sin meterse en pleitos... Oh eso pensó. Quien diria que por un felino su vida daría una vuelta de 180 grados.