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Felación

Greg estaba hincado debajo del escritorio de Mycroft, desabrochando su pantalón e intentando sacar su miembro. Lestrade desata primero las agujetas de los zapatos y los retira junto a las calcetas, quita el pantalón con cuidado lento y finalmente lo deja caer sobre sus tobillos dejando al descubierto sus piernas y su miembro. Mycroft ahora está completamente desnudo en su oficina. Greg siente la saliva llegar a su boca y se acerca.

El cuerpo de Mycroft tiembla y el vapor de su aliento se esfuma en la obscuridad de la fría noche, su mente se apaga, se funde como una vela, sus instintos primitivos lo hacen gemir con necesidad, con necesidad de ser tocado, fuerte y duro.

Greg es un caballero y está para cumplir cada capricho de su amado así que atiende y pasa sus manos por el pecho de Mycroft con firmeza, luego estás trazan su recorrido por cada extremidad, como si las pecas del otro hombre le indicaran en donde debe estar su atención. Lestrade se recorre hacia abajo, su boca besa la parte interna del muslo de Mycroft dos o tres veces antes de comenzar a lamer su pene con una calma desesperante.

Holmes quiere más, el deseo animal de que todo se mueva más rápido está quemando en su garganta y pecho, pero sabe que debe respirar, calmar sus impulsos. Deja que Greg haga lo que tenga que hacer, deja que lo acerque a su orgasmo solo con su boca caliente y humeda, pero justo cuando cree estar en la cúspide del placer Lestrade se echa hacia atrás. Mycroft se arquea con decepción mientras cubre sus ojos con el dorso de su mano.

—Gr-eg, no me hagas es-to

—Shhh cariño, yo te haré sentir bien

Después de decir esperar a que su amado se calme un poco, Greg reanuda su actividad volviendo a chupar a Mycroft con entusiasmo, el otro hombre intenta juntar las piernas cuando de nuevo las sensaciones explotan en la parte baja de su cuerpo pero Lestrade no se lo permite mientras las sujeta firmemente con sus manos, estas aprietan y juegan con la piel suave tersa y llena de pecas que solo Mycroft Holmes tiene. Sus dedos en algún momento llegan a su entrada y jugan con ella pero de alejan de un momento a otro.

—¡Greg!

Mycroft está casi llorando por la frustración de no poder correrse, Greg lo toma entre sus manos y lo chupa con rapidez, nuevamente el cosquilleo en los testículos de Holmes hormiguea incómodamente, pero Greg se separa una última vez, Mycroft no puede hablar, tiene la garganta ronca de tanto gemir y los ojos nublados por las lágrimas.

Greg se mete su pene a la boca por tercera ocasión, succionando y moviendo su lengua en cada parte del miembro ajeno, sintiendo su textura, su sabor, entonces después de tanta tortura la mano de Greg de agrega para estimular con toques circulares la parte que ya no entra en su boca.

Mycroft grita con sus últimas fuerzas, no lo soporta, él solo quiere correrse y es entonces que por fin se le permite llegar. El pelirrojo experimenta una sensación sumamente abrumadora que debilita todo su cuerpo, sus ojos están cerrados fuertemente pero puede ver puntos blancos como fuegos artificiales, su rostro está completamente rojo y tal vez hasta sudando un poco, es un orgasmo intenso y duradero que lo deja temblando y con algunos espasmos. El hombre no puede recordar cuando fue que disfruto así, para terminar exhausto, y con la respiración acelerada.

Greg por su parte deja que el semen caliente de Mycroft baje por su garganta, algunas gotas de escapan de su boca y de riegan por las comisuras de sus labios.

...

Mycroft está hincado, con las palmas y las rodillas obre el suelo, gatea para alcanzar la piernas de Greg y se abraza a ellas colocando su mejilla sobre la rodilla derecha mientras sus profundos ojos azules miran a Lestrade perdidamente, tan turbulentos y llenos de lujuria. Mycroft puede oler con detalle el cuero del cinturón y los guantes del otro hombre, es tan excitante pensar en...

Greg toma a Mycroft con fuerza del menton y lo obliga a levantar su cara, un pequeño ruido de protesta escapa de su boca y Greg sonrie mirando ese rostro, luego lo deja y Holmes quita el cinturón hábilmente dándoselo a Lestrade, toma el objeto y lo enreda al rededor del cuello ajeno, apretándolo un poco como una especie de correa.

Todo se siente tan erótico, ambos con erecciones firmes y en el caso de Greg goteante por el líquido preseminal que ya está manchando su ropa. Ellos no hablan mucho, realmente eso cortaría el ambiente que han construido así que deciden que sus acciones hablen por ellos.

Mycroft saca el miembro de Greg de entre su ropa con su mano lo acaricia, pasa su dedo índice por el punta y presiona ahí, Greg sisea con satisfacción. Empieza con pequeñas lamidas, la cuales se vuelven cada vez más largas cuando su lengua va desde la base hasta el glande, mientras su mano derecha mantiene el pene en su lugar y su boca solo lame. Después de unos minutos comienza a meterlo en boca, sus esponjosos labios rosas toman la mitad, mientras la presión que hace su lengua adentro es deliciosa.

La piernas de Greg flaquean, sabe que si no estuviera sentado habría caído desde hace mucho, la calida cavidad de Mycroft es increíble, tan humedo, es un mejor si su Mycroft realiza la tarea con tanto entusiasmo. Apesar de las sensaciones el se aferra al cinturón y lo jala un poco para sacarle gemidos al hombre.

Después de unos momentos Greg lleva su mano a la cabeza de Mycroft y lo empuja para que su pene este completamente dentro de la boca ajena. Mycroft cierra los ojos y no puede toser por el rudo movimiento así que la saliva se escurre y sus ojos se cierran por la incomodidad de sus lágrimas involuntarias. No se mueve algunos minutos pero al final consigue acostumbrarse y comienza a subir y bajar la cabeza.

Las sensaciones son embriagadoras, Mycroft ha comenzado a chupar más fuerte y rápido, mientras Greg tiene su cabello enredado en sus dedos marcando un ritmo placentero, cuando Greg siente que se va correr aleja a Mycroft y se masturba un poco para eyacular en el rostro de Holmes, hay semen en su cabello, su nariz, sus pómulos e incluso hay hilos finos en sus pestañas que se ven tan obscenos cuando abre los ojos.

Apenas baja de la nube del placer Mycroft lo toma de nuevo, para limpiar todo los restos del fluido que hayan quedado, al terminar toca su rostro, sucio y viscoso, recoge todo lo que puede con sus dedos y los lame como un dulce. Greg se ha puesto duro de nuevo.

Smuttober (Mystrade) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora