Limerencia Y... ¿Moonlight? (Namjin)

El Inicio De Un Cambio

Seokjin caminó con su pequeño sobrino por el jardín de una enorme mansión, la angustia le oprimía el pecho y el nerviosismo le hacía sudar sus temblorosas manos.

—Hoy conoceremos al señor Kim, ¿vale? Repite conmigo, "señor Kim" dijo Seokjin dando indicaciones.

—Señor Tim, dijo el pequeño en su jerga extraña.

Jin sonrió avanzando el trecho que hacía falta para llegar; aquel día había decidido vestir como solía estar en casa; llevaba un pantalón de mezclilla azul claro a su medida y una enorme sudadera blanca, sus cabellos iban peinados de forma natural, dándole un estilo diferente a su rostro.

—¡ah! Kim Seokjin, ¡me alegro mucho de tenerte aquí! Es extraño verte vestido así otra vez, me acostumbré a tu estilo extravagante en la oficina. Dijo el señor Kim sonriendo sorprendido al descubrir al pequeño niño que caminaba junto a Jin.

—¡Buen día señor Kim! Sonrió su ex asistente,  —¡a veces visto así en casa! Respondió levantando al pequeño Seongjin en sus brazos.

Ambos entraron a la mansión, ubicándose en un mullido sofá al ingresar a la sala.

—vine a visitarlo como le prometí aquel día, necesito hablarle de varias cosas que no pude expresar con anterioridad.

—sabes que no te obligo a nada, si estas listo hazlo, respondió el hombre con su mirada dulce.

Jin asintió tragando saliva, apretando sus manos a la orilla de su sudadera intentando alejar el miedo, —quiero presentarle a Kim Seongjin, es hijo de Kim Misoo, mi hermana melliza, dijo con voz temblorosa.

—hola señor Tim, dijo el pequeño pronunciando mal el nombre que su tío le había indicado.

—¡pequeño Seongjin! ¡Eres un niño muy hermoso, dijo el anciano con su rostro lleno de sorpresa, —te pareces tanto a tu madre, ¡ohhh! Nunca pensé ver esto, dijo el anciano sollozando de repente.

—¡Moonlight! Dijo el niño distraído jugando con las cintas de la sudadera de su tío.

—¿qué dijo? Preguntó el señor Kim confuso.

—¡mi hermana! señor Kim, ella le  llamó Moonlight desde que nació, es su sobrenombre.

Seokjin comenzó a sollozar quedito, —¡moon! ¿Quieres ir al jardín? Preguntó; un mayordomo hizo acto de presencia llevándose al pequeño, quien emocionado se había reído al caminar a la salida.

—Señor Kim, mi pequeño sobrino es ahora mi hijo, soy su tutor legal. Dijo Jin dejando salir sus sollozos de forma libre.

El anciano se quedó perplejo, sintiendo una angustia en su pecho y un mal presagio.

—¿tu hijo?

Seokjin intentó calmar su pesar y su dolor, —usted me dio vacaciones un mes completo, ¿recuerda?

El anciano asintió sin decir palabra alguna, adelantándose a los hechos sintiendo un nudo en la garganta.

—recibí la llamada de mi hermana desde el extranjero, como todas las noches hablamos de todo un poco, le conté que estaba libre de trabajo y me suplicó que fuera a visitarla.
Accedí, me sentí feliz de salir de la rutina, hacía dos años que no la veía; usted sabe señor Kim, lo difícil que es viajar al continente americano.

Seokjin suspiró mientras el anciano frente a él recibía dos tazas de té, hablar de aquel tema le dolía demasiado.

—¿pasaste todo el mes allá con ella?

—solamente estuve una semana; al llegar descubrí que estaba muy enferma, ocultó todo este tiempo su estado crítico; no tuve otra opción más que acompañarla en sus últimos días; Seokjin se detuvo y limpió sus lágrimas abundantes, —ella se ha ido, ha muerto.