Noche De Luna Nueva

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Parte II
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Namjoon lo tomó en sus fuertes brazos hasta acostarlo en el centro de la cama; la primera cadena que mantenía unidas sus manos fue asegurada sobre la cabecera, haciendo que sus brazos y manos se elevaran estirados sobre su cabeza.

—¿esto te duele? preguntó, mientras el chico temblaba y cerraba sus ojos evitando ver lo que le harían a su cuerpo.

—no, mi señor.

El esclavo temblaba temeroso; su amo, quien lo había encadenado, se mantenía silencioso de rodillas en medio de sus piernas, dejándolo inmóvil sobre la cama en la penumbra de la habitación.

Namjoon tomó la cadena que estaba enganchada a la argolla de su cuello, uniendola a un pequeño agarrador de la especie de arnés que le había puesto en el pecho.

—mi cadena favorita, dijo tomando el extremo más largo de la "Y", uniendola a la cadena del cuello, haciendo que Seokjin se doblara un poco al sentir el tirón de los extremos cortos que se unían a sus tobillos.

—esta forma de atarte tiene un mecanismo, dijo el amo complacido al ver su obra, —si tú cierras las piernas, o intentas resistirte, las finas cadenas harán que tu espalda sufra, provocando que tu cuerpo se doble siendo sostenido solamente por tus manos.

—en cambio si tu abres las piernas y relajas tu cuerpo, nada te pasará, te dolerá menos.

Seokjin abrió las piernas elevando sus rodillas sintiendo como su cuerpo volvía a su postura relajada sobre la cama, sintiéndose vulnerable.

—¿Quieres decir algo antes de quedarte sin hablar por completo? Dijo Namjoon con un pequeño objeto de cuero que acercó a su boca para amordazarlo.

El esclavo lo vió encontrándose con aquella mirada penetrante y profunda a centímetros de su rostro.
—¡Tengo demasiado miedo justo ahora! Murmuró tembloroso.

El amo sonrió con demasiada lentitud, —¡shhhh! ¡Sobrevivirás! Dijo con su sonrisa perfectamente perversa amordazandolo, para después colocar sobre sus ojos una fina tela para que no viera nada más.

Seokjin sintió la nariz de su amo deslizarse por su cuello, comenzando a besar su blanca piel con demasiada adoración e intensidad.

Aquella lengua recorría su piel ardiente, llenándolo de un deseo sucio, haciendo que arqueara su espalda al sentirlo saborear su cuello y parte de su pecho; sus manos tiraron de aquella fina cadena que lo sostenía a la cabecera de la cama, sin moverse siquiera un centímetro, provocando un sonido tintineante al intentar moverse.

Namjoon se detuvo para ver a su asistente con las manos y brazos hacia arriba, amordazado con los ojos vendados, sostenido y atado con cintas de cuero negro y finas cadenas sobre su cuerpo.

—si pudieras verte como yo te veo, sabrías que hay más tipos de arte que el mundo desconoce, dijo el amo.

Jin se quedó quieto, aquellas palabras lo hicieron sentir deseoso;  quedándose quieto intentando saber cuál sería el próximo movimiento de su señor.

Namjoon se quitó la bata, dejando su cuerpo desnudo, su piel morena caliente ardiendo de deseo por poseer aquel cuerpo; colocándose entre las piernas del esclavo se inclinó sobre él para tomar entre sus labios los pezones, tirando de ellos con suavidad mientras los mojaba con su lengua, repitiendo aquel movimiento una y otra vez hasta que su esclavo se arqueo emitiendo fuertes jadeos a través de aquella mordaza.

Su boca subió a su cuello, sus orejas y mandíbula mordiendo con rudeza para después lamer y besar con suavidad aquellas partes; aquella tortura llevó a Seokjin a un extasis que no había imaginado, sentir el ardor y después la calidez de su boca lo estaba volviendo loco.

Limerencia Y... ¿Moonlight? (Namjin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora