Limerencia Y... ¿Moonlight? (Namjin)

Los Hoyuelos De La Luna Bella

-¿Crees que todo va bien? Preguntó Jimin con su rostro preocupado, moviendo sus manos con nerviosismo, caminando de un lado al otro, cerca de la mesa de jardín.

-¿Qué haré si se marcha? ¿Nam lo hará bien verdad? ¡Díganme algo! suplicó pasando sus manos por el cabello con desesperación.

-¿Qué quieres que te diga? Preguntaste lo mismo hace cinco minutos, respondió Taehyung intentando calmar su angustia; sentado junto él se hallaba Hoseok, -¡Seokjin no se irá! En todo caso sería el Señor Kim! Murmuró Jung.

-¡Cálmate cielo! Dijo Min, -En cualquier momento tocarán la puerta, ¡Moon está aquí! ¿Crees que lo dejará solo?

Jimin tomó un poco de agua, Seokjin solía volver a aquella hora; se sentía paranoico, temeroso porque Namjoon le causara más daño a su amigo; pese a lo que todos habían dicho, también se sentían nerviosos por lo que podría pasar.

No muy lejos de ahí, Namjoon se hallaba ocupado dando besos suaves a las mejillas de Jin, quien con los ojos cerrados disfrutaba sentado sobre la arena mientras sonreía; los labios gruesos y cálidos de Nam se dirigieron a su mandíbula donde pasó lentamente la punta de su lengua hasta el cuello, provocándole un jadeo pausado por suspiros que exhalaba de vez en cuando.

Jin llevó sus manos al cuello de Nam para sostenerse, dejando que aquellas caricias encendieran el deseo en su interior y su entrepierna; sin poner atención, su cuerpo se fue lentamente hacia atrás hasta que su espalda tocó la arena tibia de aquella tarde que se extinguía poco a poco.

La sonrisa de hoyuelos se dibujó complacida en el rostro del chico que estaba inclinado observando al ser que vivía tan profundo de su alma sin pedir permiso; sus dientes tomaron su labio inferior besándolo con un deseo enorme, mientras su mano recorría el pecho y su abdomen sobre la suave tela de su camisa.

-Antes de continuar, deseo hablar contigo de algo importante, susurró Jin al oído de su chico, con un poco de seriedad.

Nam se detuvo sentándose de nuevo, -Lo lamento, dijo nervioso, -¿Quieres caminar un poco?

Al escuchar su respuesta temerosa y sería, se puso de pie ofreciendo su mano a Jin para levantarse y avanzar en aquella tarde que decaía mostrando las primeras luces nocturnas en el cielo.

Seokjin dio algunos pasos comenzando a reír y negarse de pronto, Nam lo había tomado de la cintura y lo había elevado del suelo hasta cargarlo, apretándolo a su cuerpo, sosteniédolo de sus muslos.

-¡Oh! Namjoon, ¡bájame! Suplicó sintiéndose como un niño emocionado.

-¡No me hables serio ni temeroso mi chico bonito! Sea lo que sea, no voy a salir corriendo esta vez. Dijo Namjoon viéndolo a los ojos con sinceridad.

Jin se derritió con sus palabras, la faceta cariñosa del hombre que lo tenía en sus brazos era tan preciosa que lo hacía dudar de la realidad de aquella tarde.

Nam besó su barbilla y parte del pecho que tenía a la vista, mordiendo su hombro sobre la tela, provocando más que risa en su precioso amor.

-¡Extrañarte a sido duro para mi! Dijo Jin, -¡tenerte aquí es como un sueño del que no quiero despertar!

Nam lo bajó sin soltarlo, apretándolo más a su cuerpo, sintiendo chocar su pelvis y su abdomen; acercando su rostro, rozando su nariz y sus labios mientras cerraban los ojos.

-¡Te amo como nunca creí hacerlo! ¡esto no es un sueño, es la realidad absoluta y hermosa! Una realidad donde quiero pedirte que nos quedemos juntos para siempre.
Susurró Nam con sus labios pegados a la boca de Jin, quien respiraba de forma agitada al sentirse atrapado por aquellos brazos en el cuerpo de su cielo.