Limerencia Y... ¿Moonlight? (Namjin)

Amo y esclavo

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—¿quieres que nos vayamos entonces?

Seokjin recibió aquella pregunta con la mirada ardiente de Nam sobre su piel, causando en su interior aún más deseo.

-¡Quiero estar una noche completa a tu lado una vez más! Seamos amo y esclavo, quiero hacer contigo lo que no terminé la noche del contrato.

Aquella propuesta puso a Seokjin encendido, nunca lo había admitido, pero el sexo rudo que Nam tenía con él, lo hacía perder la cabeza.

-¿Soportarás la tortura esta noche? Susurró cerca de su oído.

Seokjin asintió, -Sí, lo haré.

-Mis estimados caballeros los dejo, mi asistente y yo nos retiraremos a cumplir con otros deberes. Dijo poniéndose de pie.

Namjoon caminó seguido por Seokjin hasta la oficina en completo silencio; -si vas a hacer algo, hazlo ahora; nos iremos en 40 minutos, susurró sonriendo mientras tomaba su mejilla al hablarle.

Seokjin hizo el llamado a la cuidadora de Moonlight y a Hoseok, para coordinar que su pequeño llegara bien a casa; aquella era la segunda noche que lo dejaba solo.

El GT-R de Namjoon arrancó causando su habitual sonido al acelerar, dirigiéndose a la carretera principal, los dos chicos sonrieron durante el camino, sintiéndose tan diferentes a la primera vez que habían pasado la noche juntos siendo amo y esclavo; el miedo dio paso al enorme y loco deseo de ser tomado con placer doloroso.

-¿Puedo pedirte algo? Dijo Nam viendo como Jin asentía.
-¿puedes decirme Namjoon o Nam? ¿puedes dejar de tratarme de usted? ¡de verdad quiero que hablemos con comodidad! ¿lo harías de aquí en adelante?

El asistente vió el rostro de su jefe sereno, dulce y bello en aquella tarde que comenzaba a apagarse; su pronta renuncia al trabajo lo hizo titubear, tenía miedo de avanzar en dar su confianza a alguien que afectaba demasiado a su buen juicio.

Sin embargo el rostro piel canela frente a él sentía lo mismo, y aunque no lo admitía ni reconocía, aquel chico estaba empezando a sentirse esclavo de algo en su interior, que según él no existía.

-Es complicado pero lo haré, debes entenderme Namjoon.

Nam sonrió al escuchar su nombre en la boca sensual de su asistente y continuó conduciendo hasta su casa.

-Llegamos.

Nam se bajó para abrir la puerta del auto, dando la mano a su asistente; la luz del sol ocultándose, dio de lleno en su rostro, haciendo de él un espectáculo precioso, combinando perfectamente con sus cabellos castaños y sus ojos marrones.

"tu rostro es lindo, pero cuando refleja el atardecer, es perfectamente sublime"

Los pensamientos de Nam, hicieron que apretara a Jin contra su cuerpo, —Nunca había visto la puesta del sol tan hermosa como hoy, murmuró.

Seokjin no entendió sus palabras, pero sentirse abrazado así, lo derritió; tomó valor para empinarse un poco y alcanzar la boca de labios gruesos que tanto le gustaba, tirando del labio inferior con suavidad, para después besar la mandíbula a su chico de lindos hoyuelos.

Namjoon no había recibido un beso de Jin por iniciativa propia, su belleza y sus actitudes estaban quitándole la poca lucidez que le quedaba.

Los dos chicos entraron a la casa, caminando por el pasillo hasta la habitación, sin separar un solo segundo sus labios.

-Ahí dentro serás mi esclavo, ¿recuerdas todo lo que tienes que decir? Susurró Nam; quien después de obtener una respuesta afirmativa, abrió la puerta de su habitación.