Sentencia A Muerte

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Sus manos largas se dirigieron al cuello alto de su suéter negro para acomodar sus bordes, un collar de finos y pequeños brillantes caía sobre la tela de aquella prenda; sus cabellos negros sin orden alguno le cubrían su frente y parte de sus orejas, parecía como si no los peinara jamás; sus lentes enormes que cubrían la mayor parte de su cara ocultaban sus verdaderas facciones hermosas.

—¿no crees que es tiempo de arreglar ese cabello? Dijo Taehyung con sorpresa al ver a su amigo entrar a la empresa. —me gusta como vistes ahora, estoy  muy feliz por ti, te veo más seguro, incluso has dejado de encorvarte.

Seokjin sonrió halagado, —te dejaré a ti la ardua tarea de cambiar mi cabello y mis anteojos de forma permanente la próxima semana, ¿quieres?

Taehyung lo tomó del brazo emocionado más que nunca,
—¡no te arrepentirás! ¡Ya verás que van a quererte como modelo!

—no exageres amigo, tú también eres guapo, y sigues siendo el vicepresidente, ¿no deberías estar modelando por todo el mundo?

Ambos rieron fuerte por aquellos cumplidos, —¡ven! por hoy hay que descubrirte un poco esa frente, dijo Tae llevándolo en secreto al área de las estilistas.

Namjoon se hallaba escribiendo frente a su computadora, hacía más de media hora que su mente en blanco divagaba en su asistente, en los últimos días había ocupado sus pensamientos más que cualquier otra cosa.

—definitivamente la atracción es meramente un efecto del deseo por poseerlo, se dijo en voz baja; pese a ello, no dejaba de pensar en su trabajo tan perfecto y la forma en la que daba solución a todos los problemas. 

—es un buen trabajador, mi padre tenía razón en eso, todos en esta empresa alaban su calidez como persona, aunque yo no la conozca.

Namjoon se dio cuenta de sus pensamientos, y decidido los alejó de su cabeza, irritado por pensar así, —sólo es un chico más y ya, se repitió para creerlo, aunque sin que lo notara, algo más había en su interior.

La puerta de la oficina de abrió y un par de zapatos negros elegantes, un pantalón tallado de gabardina gris y un suéter negro de cuello alto con un fino collar de brillantes aparecieron delineando un fino cuerpo alto, esbelto y bien trabajado.

Pero no fue eso lo que lo dejó sin palabras, si no el rostro mismo de aquel que había entrado; Taehyung había hecho un buen trabajo con el material de las estilistas de los modelos, robando fijador, labial, y un cepillo para peinar; dejando a Seokjin con un peinado estupendo que dejaba a la vista su frente, orejas y parte del cuello; un labial casi incoloro resaltaba sus labios brillantes dándole un toque sofisticado, elegante y precioso.

—¡buenos días señor Kim! Dijo reverenciando levemente hasta ir casi corriendo a su oficina, antes de pensar en el contrato frente a su jefe.

Namjoon no había respondido el saludo, su rostro angelical le había desconcertado, le había hecho perder su eje central, una aparición hermosa, una expresión que difícilmente podía ser olvidada, —¡qué bello es! Murmuró, sentándose de nuevo frente a su computadora intentando trabajar.

—Seokjin, hablaremos del contrato después de la hora de salida, iremos a un café ¿Estás de acuerdo?

—lo prefiero en la oficina, no puedo tardar al volver a casa, dijo el asistente intentando ser indiferente a todo lo que ocurría en su interior.

—¿puedo saber la razón de eso? Preguntó Nam.

—no señor Kim, creo que acordamos no hablar de la vida privada entre nosotros, es mejor así.

—esta bien, no te preocupes, tardaremos menos de una hora en hablar de eso, así que irás pronto a casa. Dijo el presidente llenándose de curiosidad por la vida y los secretos del chico frente a él.

Limerencia Y... ¿Moonlight? (Namjin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora