Limerencia Y... ¿Moonlight? (Namjin)

Sin Voluntad

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Seokjin se sentó y encendió su computadora, su angustia lo había dejado un poco débil del cuerpo por su adrenalina elevada al pasar junto a Kim Namjoon.

—¡Dios! Por un momento pensé que sería difícil, todo va de acuerdo al contrato.

Jefe y asistente caminaron por el pasillo al mismo paso hacia la sala de reuniones, sintiendo el silencio un poco incómodo aunque por dentro, los pensamientos les jugaran vueltas peligrosas.

La reunión transcurrió con normalidad, palabras sobre una pasarela enorme que se realizaría en un futuro, un evento de gran magnitud y elementos artísticos; nada fuera de lo común, miradas, palabras o insinuaciones; Seokjin se sintió aliviado por eso, le evitaba el trabajo extra para mantenerse concentrado.

Namjoon volvió a su oficina, su frustración iba en aumento al no decir nada, respirar el mismo aire que Seokjin le afectaba y no era algo bueno, porque su creciente deseo le quitaba la paz a sus lúcidos pensamientos.

Un día terminó y otros más, con ellos Jin se sintió tranquilo, aunque ver a su jefe le causaba cierta inquietud, observaba su rostro sin poder evitar pensar en sus labios y lo que podía hacer con ellos, o sus manos y sus cálidas caricias.

 "Ya basta"

 "Eres un tonto Jin"

 "Deberías estar muy lejos de aquí ahora"

—esta semana ha sido tan grata, murmuró Seokjin mientras guardaba sus cosas para irse,
—en parte me alegro que cumpla su palabra.

—¡amigo, ¿nos vamos juntos? Preguntó Tae sonriendo de forma tímida, —quiero pasar al colegio contigo.

El asistente rió, —¿me lo presentaras? ¡dime que si! ¿podríamos cenar juntos un día? Yo se que le caigo bien, él me lo dijo.

—¡yo estaría encantado! ¿te imaginas? Podríamos llevarnos a Min Yoongi también.

—¡y su pareja! Dijo que era patinador.

Ambos celebraron sobre su imaginación, emocionados por aquello.

—te esperaré abajo, dijo Tae yéndose con una feliz sonrisa.

El asistente apagó las luces de su oficina, salió viendo el escritorio del jefe vacío, caminó unos pasos más hasta que unas manos lo tomaron de los hombros, por detrás, empujandolo a la pared.

—¡Taehyung! No molestes así, dijo sonriendo, dándose cuenta que era su jefe quien se hallaba frente a él.

Namjoon respiraba ansioso a pocos centímetros de su cara, con fuerza agarró las manos de su asistente hasta llevarlas a la altura de su rostro.

—¡Estás tan cambiado! ¡aunque tu aroma sigue siendo el mismo! Dijo oliendo con parsimonia su cuello, provocando en Jin un leve temblor en sus piernas. 

—¡te ves tan bien! ¡eres muy hermoso! Susurró acercando su boca de forma peligrosa al rostro de Jin, quien se había limitado a cerrar sus ojos haciendo su cabeza a un lado; Nam no se detuvo hasta sentir la tersa piel del asistente, besando la comisura de sus carnosos labios rosas que respiraban con dificultad.

Jin sintió aquel toque cálido, llenándose por un segundo de la urgencia de responder y besar aquellos labios gruesos del chico piel canela, pero se detuvo en seco bajando sus manos con fuerza, liberandose para después correr al ascensor.

Sentía que su corazón se saldría del pecho, sus dedos fueron por instinto a la comisura de su boca, —¿por qué hace eso? Susurró sintiendo su rostro caliente por el sonrojo, llenándose al mismo tiempo de incertidumbre por el accionar de su jefe.