El sol se hallaba alto en el precioso cielo, cálido y majestuoso; las nubes se alejaban llevándose con ellas todo mal presagio, el día brillaba como si fuera el primero después de la noche más larga; no era para menos su belleza, en ella se cobijaba la petición de un joven enamorado, un deseo y un regalo.
El nervioso chico acomodó el corbatin de su traje con manos temblorosas, vio por última vez su rostro en el espejo, dándose cuenta que se veía muy serio y sin color.
—Yoongi, ¡Mira mi rostro! Susurró, ¡Ayúdame! Dijo lleno de temor, sin darse cuenta que estaba solo en su habitación.
Jimin apareció, llevando en sus manos una pequeña bolsa,
—Yoongi está esperándote en el auto hace diez minutos, ¿Acaso quieres que te maquille? Dijo en broma.—¿Tienes labial al menos? Preguntó. —¡No me molestaría algo de color!
Jimin rió, cerrando sus ojos por la diversión, —¡Ven aquí! Dijo colocando brillo en sus labios.
—Estás perfecto, ¡Eres un precioso joven que va a cumplir la misión más sagrada de su vida! Pero, Seokjin llegará antes que tú si no te apresuras.Namjoon corrió por el pasillo hasta su auto, Yoongi lo esperaba ansioso, —¡Planeamos esto junto a los chicos y tu padre! ¡Respira hermano! Dijo palmeando su espalda. —Seokjin es un sol, ¿A qué le temes?
—¡No le temo! Es solo que...
Nam no dijo nada, el día lo distrajo de su miedo, dándose cuenta de la belleza que era, bajó la ventanilla sintiendo el viento delicioso en su rostro y sus miedos se alejaron como sombras ridículas y cobardes; los árboles movieron sus ramas animándolo cual corredor que ve a su público gritar y moverse como un borrón a cada lado.
Varios minutos después el auto se detuvo frente a una hermosa casa, —¡Nos vemos más tarde! Se despidió de su amigo, bajando para ingresar al domicilio.
La espera en la habitación principal le pareció una eternidad, sentado en la enorme cama, revisaba su teléfono cada diez segundos para ver señales.
"Dios, no estuve así de nervioso cuando recibí la presidencia de la empresa" pensó mientras veía con detalles el bello techo del cuarto.
Ensimismado en sus pensamientos, se distrajo pensando en las palabras correctas que quería decir; un sonido en la cerradura de la puerta lo hizo ponerse alerta; se puso de pie y abrió. Taehyung entró con Moon en sus brazos.
—¡Es hora! Indicó Taehyung, bajando a Moon al suelo.
Nam dio un tierno beso en la pequeña carita del pequeño,
—¡Vuelvo en un segundo Seongjin!—¡Gracias Taehyung! Susurró al saber que Seokjin se hallaba en casa.
Se acomodó en un pequeño sillón del salón con espejos, esperando algunos minutos que parecieron eternos.
—¿Namjoonie? ¿Qué estás haciendo aquí? Dijo Jin entrando al salón; con un hilo de voz y su rostro angustiado a punto de llorar.
—Estaba esperándote... Respondió, mientras lo veía con atención, nervioso por su actitud, pensando que su rostro era más hermoso que nada de lo que hubiese visto jamás.
—¿Qué es todo esto? Dijo Jin denotando lo asustado que estaba, viendo fijamente el rostro de su amado.
—Verás Seokjin, dijo poniéndose de pie con cautela.
—Todo este tiempo he vivido solo, mi soledad era el lugar que más amaba en mi vida; no me molestaba en absoluto en hacer ni pensar en nadie más; yo me sentía libre.—¿A qué viene eso? Murmuró Jin con un nudo en su garganta, abultando sus labios en un pequeño puchero.
—Mi mundo se vio sacudido un día, la soledad que me pertenecía empezó a volver el aire pesado en mis pulmones, me sentí asfixiar. ¡Pensé que moriría en esa agonía dolorosa! Pero no fue así.
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Limerencia Y... ¿Moonlight? (Namjin)
FanficSeokjin trabaja como asistente del presidente de una de las más grandes empresas de la industria del modelaje. Ocultando y tratando de olvidar su pasado insufrible y doloroso, una trágica vuelta del destino lo hace volver a encontrarse con lo que t...