Limerencia Y... ¿Moonlight? (Namjin)

Luna Creciente

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-¡Amor! ¿Puedes alcanzarme los ganchos? Preguntó Seokjin, parado en el cuarto peldaño de la escalera; sus brazos extendidos hacia arriba midiendo con un metro el espacio.

Namjoon alcanzó lo que su prometido le había pedido, habían pasado toda la mañana desempacando las últimas cosas que habían traído de sus antiguas viviendas.

Se acercó para darle los ganchos metálicos que sostendrían una bella foto de los tres en la pared de la sala, pero la vista le inquietó; la pequeña cintura de Seokjin quedaba descubierta cuando extendía sus brazos hacia arriba, subiendo su sueter, mostrando su tersa piel y lo tallado que le quedaba el pequeño short de mezclilla que tenía puesto.

-¿Los encontraste? Preguntó, sintiendo la boca de Nam besar su cintura, justo donde se formaban las hendiduras de su espalda por la curva de sus glúteos.

Un escalofrío recorrió su cuerpo, llenándolo de calidez y deseo, se removió inquieto por aquel toque, suspirando pesadamente al sentir las manos de Nam recorrer sus piernas, desde las pantorrillas hasta sus muslos y enmedio de sus nalgas.

-¡Namu! ¡Cariño! Suplicó,
-¿Harás lo mismo otra vez? Preguntó viéndolo desde arriba.

-¿A qué te refieres? Preguntó con su bella sonrisa, haciéndose el desentendido.

-Todos estos días estuviste provocándome, dijo cerrando los ojos al sentir la mano de Nam acariciar su espalda, -¡No lo hemos hecho toda la semana! ¿Te burlas de mi? Dijo como un reclamo y súplica.

Namjoon sonrió acercando sus manos al botón del short que tenía, -¡Estabas resfriado! Estuve cuidándote y cuidando a Moon, ¿Querías hacerlo con fiebre? Dijo riendo.

-Seongjin no está, ¡Yo me siento muy bien! Susurró, sintiendo la mano de Nam meterse dentro de su ropa interior.

-En ese caso... Dijo Nam sentando a Jin en el peldaño de la pequeña escalera metálica,
-¡Voy a comerme lo que más me gusta!

Nam volteó a ver lo que había cerca de él; tomando cinta aislante, aseguró las manos de Jin tras su cabeza, se quitó la camiseta y la colocó sobre los ojos del castaño para evitar que viera.

-¡Hueles tan delicioso! Susurró Seokjin sintiendo el aroma en la camiseta que cubría la mitad de su rostro

Su boca sensual mordió las blancas piernas de su chico, subiendo poco a poco hasta ver como se ponía erecto y duro;
-¡Mmmm sólo mío! Susurró metiéndolo a su boca, succionando con lentitud y lamiendo con morbosidad.

Seokjin curvó su cuerpo hacia atrás, abriendo la boca; sintiendo que volvía al cielo después de una intensa semana.

Su boca siguió degustando con intensidad aquel pene, mordiendo de vez en cuando sus testículos y más atrás provocando sus quejidos placenteros, con sutileza lamió los costados hasta llegar a la punta rosada y deliciosa, donde apretó con sus labios, causando un largo estremecimiento en el cuerpo del castaño.

Sus dientes mordieron con suavidad su pelvis y su bajo vientre, que había quedado expuesto por la posición en la que estaba, Nam subió más el suéter, dejando a la vista su perfecto cuerpo; -¿Quieres que te muerda? Preguntó.

-¡Si mi amor por favor! Susurró entre gemidos.

Namjoon mordió su costado, yéndose hacia su espalda. -Ven aquí cariño, dijo bajándolo de la escalera, poniéndolo sobre su hombro.

-¡Namu! ¿A dónde me llevas? Preguntó rojo de las orejas.

Namjoon lo bajó de su hombro, quitándole su camiseta de la cara, dejándolo frente a los enormes espejos de su salón de baile.