Capítulo 3

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Desperté a causa de mi alarma y mi brazo adolorido ya que dormí sobre él. Me levanté, cepillé mis dientes, me vestí y me dirigí a la cafetería.
Al entrar, noté que no habían muchas personas, muy temprano para ser el último día de "vacaciones". Habían un par de lo que supongo que serán profesores y dos adolescentes. Me dirigí a la caja a ordenar mi pedido.

- Buenos días, ¿qué deseas? - me dijo nuevamente la joven pelirroja.

- Buenos días, un café negro y un rol de canela por favor.

- Muy bien, ¿tarjeta verdad? - dijo sonriendo. Recordaba mi método de pago de ayer, que atenta.

- Si.

Me dieron mi desayuno y me dirigí a la mesa del fondo, tenía una bonita vista a ese parque tan verde y lleno de flores amarillas y rojas.
Sentí unas miradas sobre mi, inspeccioné el lugar y me di cuenta que se trataba de la directora junto con los dos "monstruos" según mis... ¿amigos? o compañeros, mejor dicho. De seguro la directora les estaría comentando de mi actitud "rebelde" acorde a los exagerados de mis padres (los cuales no me han mandando ni un solo mensaje) o de que soy nueva en la institución.
Finalmente terminé el desayuno y me levanté de mi asiento, coloqué mis auriculares, música y me decidí a dar una caminata por el lugar.

Luego de un rato, noté que es incluso más inmenso de lo que pensaba, ya que hay tres edificios más correspondientes a una carrera universitaria cada uno. Abogacía, Sociología y Administración de Empresas. Sinceramente, no se cual carrera voy a seguir, ojalá ninguna de ellas así puedo salir de aquí lo más pronto posible.
Al final del lugar, se encontraban chanchas de fútbol, tennis, rugby, piscinas de natación, entre otros deportes.

Decidí que ya había caminado mucho así que regrese a mi habitación y organicé mi mochila para mañana. Destiné un cuaderno por asignatura, teníamos una carga horaria bastante agotadora. Las asignaturas no me fascinaban, me parece que le hace falta una reforma a las orientaciones. En mi caso, me toca Filosofía, Inglés, Literatura, Estudios Económicos y Sociales, Administración y Contabilidad, Economía, Matemática I, Derecho y Ciencias Políticas.
Terminé de ordenar y ya eran las 2:30 pm, no tenía ánimos como para buscar alimento así que comí unas papitas que tenía en la habitación. Luego, decidí tomar una "pequeña" siesta.

Sonó mi teléfono, lo tomé desconcertada y me di cuenta de que ya no entraba tanta luz en la habitación, miré la hora y marcaban las 7:48 pm, mierda, dormí demasiado. Miré mis mensajes y eran mis compañeros.

Clara: Que andaan? Nos juntamos a despedir las vacaciones?

Josh: Si!! Tengo un par de cositas guardadas para esto.

Anne: Más te vale que nada extraño.

Josh: Por supuesto que no...

Bueno, supongo que despediré mis vacaciones de manera adecuada, o eso espero.

Matilde: recién despierto, a qué hora nos vemos?

Clara: a las 9:00 en el parque, sean puntuales.

Me levanté rápidamente y me duché, sequé mi pelo y me puse un poco de corrector y máscara de pestañas, mi cara aún no se despertaba de la siesta.
Noté que no había frío, así que escogí un top blanco con mangas, un jean suelto de tiro bajo y mis fieles vans. Revisé la hora, 8:53 pm, ya era momento de salir. Tomé mi teléfono, tarjeta y llave de la habitación, y caminé hasta el parque, Anne ya estaba allí junto con Clara.

- Buenas noches - saludé.

- ¡Hola pecas! - me dijo animadamente Clara.

- Hola - saludó Anne al mismo tiempo.

- ¿Pecas? - reí ante su apodo.

- Pues las tienes, ¿no?

- Si.

- ¿Cómo están niñas? - llegó finalmente Josh, junto con una mochila que parecía estar algo pesada.

- ¿Qué hay ahí? - dijo Anne.

- Lo de siempre, un par de cervezas y cigarros, ¿Matilde tu tomas o fumas?

- De vez en cuando, si.

- Genial, síganme.

Pasamos por la cafetería a comprar algo para la cena, nos decidimos por pizzas con mozzarella. Luego caminamos hasta la cancha de tennis, nos metimos por una especie de bosque que había a la izquierda y llegamos a un pequeño lago. Tendimos mantas al costado del lago y comenzamos a cenar.

- ¿Mañana a qué hora comienzan las clases? - pregunté.

- 7:30 am, tu salón se encuentra en el primer piso, el salón al final del pasillo, creo que es el número 6, está junto a una oficina - respondió amablemente Anne.

- Gracias, que pereza despertar temprano, este año había comenzado a asistir a clases en la tarde.

- Acostúmbrate, y no vayas a llegar un minuto tarde porque encontrarás las puertas cerradas - dijo Josh.

Luego de un rato, comenzamos a tomar cervezas y fumar cigarrillos, si mis padres vieran esta imagen me matarían.

- ¡Shh! - dijo Clara con una cara muy asustada.

-¿Qué? - susurramos los demás.

Al segundo de responder eso, se escucharon unas ramas quebrarse y lo que parecían ser pasos.

- Mierda - dijimos.

Rápidamente recogimos las cosas y nos echamos a correr, esto sería un claro motivo de expulsión y no nos podíamos arriesgar. En cuestión de un par de minutos estábamos todos encerrados en la habitación de Clara, ya que su habitación se encontraba en un primer piso.

- Estuvimos cerca, muy cerca. - dijo Anne con claro enojo en su voz.

- Debemos cambiar de lugar, no puede ocurrir otra vez lo mismo - dijo Josh.

- ¿Lo mismo?

- Verás, Matilde, el año pasado teníamos otro amigo más, Jacobo, hicimos lo mismo que hoy, en el mismo lugar. Hasta que en un momento, Jacobo quiso dar una vuelta por el lugar y lo atraparon con una cerveza en mano, nos avisó por un mensaje y estuvimos a nada de que nos descubrieran a nosotros.

- ¿Y dónde está el? - mi curiosidad era grande.

- Lo expulsaron, desde ese momento no hemos vuelto a saber de él, no respondía mensajes ni llamadas, incluso nos intentamos comunicar con su familia pero tampoco nos decían nada - dijo Anne con un tono muy triste.

- Lo siento.

- Tranquila, no es tu culpa - dijo Clara.

Decidimos que era momento de regresar, así que nos despedimos todos y nos dirigimos a nuestras habitaciones. Acompañé a Anne a su habitación y ahora me tocaba llegar a la mía sin ser vista, el problema era que mi habitación era la que más cerca del edificio de profesores quedaba.

Miré a mis alrededores y nada, estaba algo oscuro a excepción de algunas pequeñas luces que habían en el lugar, esto me estaba empezando a asustar. Toqué mis bolsillos e inspeccioné el tener todas mis cosas, saqué la llave y la sostuve fuertemente en mi mano. A ver, sé que no va a haber ningún asesino por aquí, pero de verdad da miedo. Comencé a caminar lentamente pegada al edificio, llegué al borde y había un pequeño tramo descubierto hasta mi edificio, el cuál era el único camino a la habitación pero estaba demasiado descubierto. Dudé en realmente tomar ese camino o rodear toda la institución, pero no, no podría hacer eso, me tomaría demasiado y además está muy oscuro, muy.
Sin más preámbulos tomé valentía y caminé rápidamente hasta mi edificio hasta que tropecé estúpidamente con una planta.

- ¡Carajo! - grité más fuerte de lo que esperaba, resulta que esta planta tenía espinas, y el roce generó un corte no tan pequeño en mi pierna.

- ¿Quién está ahí? - no puede ser, me congelé, que me trague la tierra por favor.

Cuando nadie ve Donde viven las historias. Descúbrelo ahora