- ¿Qué tal las clases? - dice mi padre mientras arranca el vehículo con destino al mall.
- Bien, las pruebas importantes están por comenzar.
- Te irá bien - responde el mayor.
- Más te vale - bromea mi madre.
Al cabo de una hora ya nos encontrábamos en nuestro destino, mi padre prefirió quedarse en la camioneta mientras mi madre me acompañaba a hacer las compras.
Veníamos por un par de bikinis pero terminamos comprando sudaderas, blusas, carteras y más, por si acaso.
Volvimos a la camioneta y metí mis compras en la maleta, los chicos me esperaban ya en la casa de la playa.
- Marco, - dice mi madre a pocos minutos de llegar - ¿no crees que es momento de decirle?
- Matilde - me llama la atención mi padre para que retire mis auriculares y lo escuche.
- ¿Qué sucede?
- Comenzaremos un negocio con una familia y necesitamos que te involucres.
- Solo será concurrir a algunas juntas y firmar un par de papeles - agrega mi madre.
- ¿Negocio de qué?
- Una nueva marca de whiskey, nos pareció interesante, la idea de tener algo más aparte de nuestro trabajo actual no está mal.
- Así que por eso tan amables - bromeé.
- Por favor, somos tus padres - dice mi madre retándome.
El vehículo estacionó frente a una lujosa casa, que por sus ventanas, indica que es de dos pisos. El patio delantero está adornado con pequeños arbustos y flores. La playa se encuentra justo detrás de la casa, increíble punto.
- Bueno ya, nos avisas si tenemos que venir a buscarte el domingo - asentí - adiós.
- Adiós.
Salí de la camioneta junto con mi maleta y me acerqué a la puerta, a los pocos segundos de tocar el timbre esta se abrió.
- ¡Pecas! que bien que llegas - dice Clara con emoción y me arrastra al interior de la casa.
- ¿Cómo estás? - pregunté, aunque su estado estaba más que claro.
- Super bien. Ven, los chicos están arriba.
Subimos las escaleras, que para mi fueron un infierno ya que mi maleta traía ropa como para tres semanas.
- Hola tontos - dije entrando a la habitación en la que se encontraban Anna y Josh jugando a la play.
- ¡Al fin! - dijo Josh levantándose para saludarme.
- Si que demoras haciendo compras - agrega Anna.
- Si bueno... terminé comprando algunas cosas de más - sonreí inocente.
- Bueno basta de charlas, apróntense así bajamos a la playa - dice Clara.
Hicimos caso y cada cual se dirigió a la habitación que la morena nos había asignado, nos cambiamos y junto con unas toallas nos dirigimos a la arena.
Allí se encontraban los padres de Clara y su hermano pequeño de tan solo dos años, me parecieron personas agradables y respetuosas, ya que decidieron dejarnos nuestro espacio para que charlemos de cosas "adolescentes" según la mamá.
- Vamos al agua - dice Josh tirándonos un poco de arena.
- Yo me quiero broncear - respondí.
- No seas aburrida, - dice Clara - y tu tampoco Anna, deja ese libro.
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Cuando nadie ve
RomanceMatilde Campbell es enviada por sus padres y en contra de su voluntad a un internado. Dejando su antigua vida y vínculos en el pasado. Allí conoce a quienes serán sus nuevos amigos e intereses amorosos, pero uno de ellos se destaca; el que sucede cu...