Capítulo 4

3.2K 175 1
                                    

No sabía que hacer, no puede ser que tenga tanta mala suerte. ¿Se supone que responda o no?

- Responda mi pregunta, ¿quién está ahí? - dijo una voz femenina que, por más que sonaba increíblemente tenebrosa y firme, me quitó el miedo de que sea algún especie de asesino.

Finalmente, los pasos se escuchaban más cerca y tuve la oportunidad de verle la cara a esta voz.

- Hola - dije tartamudeando, estaba increíblemente nerviosa y algo dolorida.

- ¿Qué hace fuera de su habitación a esta hora? - una pregunta bastante predecible, pero ¿ella que hacía 1:20 am fuera de su habitación? - ¿cómo se llama?

- Soy Matilde Campbell.

- No respondió a mi otra pregunta - dijo la rubia digna de ser modelo.

- Perdón, solo estaba tomando una caminata nocturna porque no podía dormir, ya estaba regresando pero me tropecé con esa estúpida planta - al momento de decirlo, me arrepentí.

- Vocabulario, - dijo seriamente - los estudiantes no tienen permitido deambular por el internado pasadas las  11:00 pm.

- Perdone, es mi primer día y no tenía esa información, ya mismo regreso.

- Para algo le entregamos un manual, pero, precisamente por esto no la llevaré a detención - sus ojos pasaron de los míos a mi pierna, y me inspeccionaba cuidadosamente, así que yo comencé a inspeccionarla.

Llevaba un pantalón negro suelto, con una blusa blanca y unos zapatos de vestir blancos. Elegante, pero demasiado para el horario y la ocasión, ¿no?
Aunque su ropa es holgada, se nota que tiene un cuerpo bastante hegemónico, delgada, alta, pechos de un tamaño mediano...

- Señorita - dijo sacándome de mis pensamientos, espero que no haya notado mi insistente mirada - vamos a la enfermería, su corte se podría infectar.

- No hace falta, me colocaré una bandita y...

- Dije que vamos - me interrumpió, ¿quién se cree?

Comenzó a caminar y la observé por unos segundos hasta que caí en cuenta de que debía seguirla, el trayecto duró unos minutos y fue puro silencio, al llegar saludamos a una de las enfermeras.

- Buenas noches, ¿qué ha pasado? - dijo la enfermera.

- La estudiante se ha caído, pero - dijo antes de que la enfermera pueda hablar - yo me encargo, es simple y su turno terminó hace dos minutos.

- Oh muchas gracias Señorita White - dijo la enfermera aparentemente de unos 60 años.

Caminamos hasta una pequeña sala, tomé asiento mientras ella agarraba algunas cosas de enfermería y sin previo aviso colocó un algodón con alcohol en mi herida.

- Auch - dije con sarcasmo.

- No sea quejosa. Es solo un cortesito.

- Duele más de lo que parece.

- Por favor, ni que tuviera 12 años.

Quise reír, y aunque parece un ambiente amigable, les aseguro que no lo es. Es la persona más seria que he visto. Su tono de voz es estrictamente firme y serio. No me atrevería a reírme.

- Listo, ahora nos dirigimos a su habitación, es tarde.

Caminamos nuevamente en silencio hasta mi edificio, me fui a despedir cuando estaba en la puerta pero ella lo impidió.

- Es mi deber asegurarme de que usted quede dentro de la habitación.

Suspiré y comenzamos a subir las escaleras, ella iba detrás mío, me ponía nerviosa, nunca me gustó que las personas estuviesen detrás mío. Caminamos por el pasillo y llegamos a mi habitación.

- Esta vez no tomaré medidas extremas ya que es su primer día, pero lo siguiente que haga, por más mínimo que sea no lo dejaré pasar, la estaré vigilando.

- Está bien.

- Buenas noches - dije con su mirada aterradora sobre mis ojos.

Abrí la puerta de mi habitación y me respondió

- Hasta luego. 

Cepillé mis dientes, acomodé mi mochila y me dispuse a dormir el par de horas que quedaban para el comienzo de clases, pero tenía demasiadas dudas en mi cabeza.

¿Por qué una profesora estaría a estas horas deambulando? Porque si sé que hay guardias en ciertos momentos de la noche para controlar el lugar, pero ¿profesores? lo dudo.
¿Profesora de qué será? Filosofía seguro no, la veo muy seria y de respuestas cortas como para esa asignatura. Matemática tampoco, no se por qué no me da esa vibra. ¿Historia? podría ser... mejor me voy a dormir, no tienen ningún sentido mis pensamientos a estas horas bajo efectos de la nicotina y alcohol. Mierda. Mierda. Mierda. ¿Lo habrá notado? Olor a cerveza no tengo, creo; pero cigarro si, un poco. Espero no sea ella la que casi nos descubre.

Cuando nadie ve Donde viven las historias. Descúbrelo ahora