Me encontraba en la fiesta junto a mis padres, apenas hace un minuto llegamos, y ya me quiero ir.
Mi padre va con un traje negro, clásico. Mi madre, con un vestido suelto y largo hasta los pies de color vino. Yo cuento con un vestido negro que finaliza arriba de mis rodillas, con mangas del mismo color y la espalda descubierta.Miré al rededor luego de tomar una copa de champán, todos estaban bien vestidos, nadie que llamara mi atención más de lo normal.
- Intégrate con las personas, con tu padre iremos a hablar con unos clientes - dijo mi madre.
Como siempre, el trabajo viene primero. Esto de tener que integrarme entre personas mayores a los 35 años no me gustaba. Decidí tomar otra copa más y dirigirme al patio de la casa. En este había una hermosa fuente central en la cual tomé asiento.
Recorrí el resto del patio con la mirada, hasta que vi un rostro familiar. Era la profesora de economía, Rebecca.Llevaba puesto un vestido ceñido al cuerpo, corto y de color beige, y no se si es ella en sí, o que hoy está más arreglada de lo normal, pero su belleza parece irreal.
Miró hacia mi dirección y cruzamos miradas, se veía algo sorprendida, pero rápidamente volteó la vista hacia sus acompañantes. Un chico un tanto mayor que yo, físicamente parecido a ella, así que asumo que será su hermano. Y, junto al muchacho, se encontraba una mujer mayor, de la edad de mis padres, tal vez.
El chico notó la mirada de Rebecca y miró hacia mi dirección, observó a mis alrededores y volvió la vista a mi, mantuvimos miradas hasta que sonrió y desvió la mirada.
Mi copa estaba vacía, el champán es una bebida suave y era difícil que te afectara al comportamiento, así que me decidí por ir a buscar otra copa. Me levanté y caminé hacia la puerta para ingresar a la mansión, en la cual se encontraba un mesero con copas en su mano y le solicité una. Al instante llegó otra persona a pedir una copa, era el acompañante de mi profesora.
- Buenas noches, eres nueva por aquí, ¿cierto? - dijo el ojiazul inspeccionándome.
- Puede ser.
- ¿Puede ser?
- He concurrido a este tipo de fiestas, pero hace tiempo no venía a una en este lugar.
- Ahora si - dijo sonriente - ¿cómo te llamas?
- Matilde Campbell, ¿tú?
- Bonito nombre, yo soy Adam White - no puede ser, ¿será el hermano de mi profesora?
- ¿Eres de aquí? - necesitaba sacar más información, tal vez descubra algún secreto de la profesora, nunca está de más tener un as bajo la manga.
- Nací en Los Ángeles, pero hace 10 años con mi familia nos mudamos a una parte del sur de Virginia, ¿de dónde vienes tu?
- De North Carolina, vivía en el centro hasta hace un mes, pero me fui a estudiar a la costa.
- ¿Qué estudias?
- Estoy en la orientación social - humanística.
- Perdona pero, ¿cuántos años tienes?
- 18 años, ¿y tú?
- 20 años, pensé que tenías mi edad.
- Pensaste mal, - dije y rió nerviosamente- ¿estudias algo o trabajas?
- Estudio contaduría y administro la empresa que pertenecía a mi padre.
- Interesante - aunque si soy sincera, no me interesaba del todo.
- Como tú - dijo y dio un paso adelante, acercándose a mi.
Su coqueteo fue muy evidente, decidí solo por sonreír y tomar un par de tragos de mi copa, que se estaba comenzando a calentar.
- ¿Te parece si vamos a otra parte? - se que puede sonar raro su comentario, pero su tono de voz sonaba a una propuesta amistosa.
- ¿Qué propones?
- Vamos para detrás de la fuente, no me apetece estar parado en la puerta - dijo riendo.
Lo seguí y tomamos asiento en un banco que se encontraba cerca, no habían muchas personas en esa parte, ya que la mayoría estaba cerca de la puerta. Aunque, al pasar, noté la insistente mirada de su hermana, o prima, o lo que sea de el joven.
- Y bien, ¿tienes novio Matilde? - no le gusta perder tiempo, aparentemente.
- No, y asumo que tú tampoco - dije haciendo referencia a su evidente coqueteo.
- Tienes razón - dijo mostrando sus perfectos.
Su cuerpo acortó la distancia con el mío, quedando nuestras piernas juntas, y su cara lentamente acercándose a la mía. ¿Qué se supone que haga?
- Adam - se escuchó una voz fuerte e intimidante - mamá te busca, la subasta está por comenzar.
Miré nerviosa al joven y luego a quién parecía ser su hermana, la que estaba con un humor terrible para estar en una fiesta. Los ojos de la rubia se posaron en mi, mirándome descaradamente.
- Lo lamento, debo irme. - dijo el joven separándose de mi - Pero nos volveremos a encontrar - esbozó su sonrisa.
Devolví la sonrisa y miré a su hermana, quien observaba con clara desaprobación. Él inició el camino y ella tardó un poco en despegar los ojos de mi.
Decidí buscar a mis padres, no sabía que había una subasta en el lugar, y me intrigaba saber de que se trataba.
A los dos minutos de ingresar en la mansión, visualicé a mis padres junto a un gran grupo de personas y me dirigí a ellos.
- Aquí estás, ¿qué opinas del cuadro? - dijo mi progenitor señalando al objeto que se estaba subastando.
Lo observé detenidamente, se trataba de una playa con olas pequeñas pero caóticas, y copos de nieve adornando la arena y el cielo.
- No es de lo más original, pero me gusta.
- Pensábamos en participar, además el dinero irá para una buena causa - dijo mi madre.
- ¿Cuál?
- La lucha contra el cáncer - respondió.
Mi abuela materna había fallecido cuando yo era pequeña debido a esa enfermedad, así que desde entonces donan dinero a la causa varias veces al año.
- Bueno, en ese caso no es mala idea.
Al final, mis padres obtuvieron el cuadro y decidieron regalarlo a mis abuelos, ya que coleccionaban varios.
Ya era tarde y mañana sería un nuevo día, así que nos encontrábamos caminando hacia el estacionamiento.
- Nos vemos luego - dijo el ojiazul sonriendo, mientras caminaba rápidamente junto a las dos mujeres.
Respondí su saludo y fue cuestión de milisegundos para que mi madre se interesara por el desconocido.
- ¿Quién es él? ¿acaso va contigo al internado?
- No mamá, lo conocí hace un rato mientras ustedes hacían negocios.
Asintió e ingresamos al vehículo, nos dirigimos al hotel y nos acostamos para descansar.
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Cuando nadie ve
RomanceMatilde Campbell es enviada por sus padres y en contra de su voluntad a un internado. Dejando su antigua vida y vínculos en el pasado. Allí conoce a quienes serán sus nuevos amigos e intereses amorosos, pero uno de ellos se destaca; el que sucede cu...