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-¿cuando volverán Mamá y tío Steve? -preguntó Lia mirando por la ventana de él auto.

Natasha y Steve habían ido a ayudar a unos amigos, eso le habían dicho a las pequeñas.

-No lo se Lia ¿quieres? -habló Sasha mostrandole un pedazo de chocolate.

-si, gracias -murmuro Lia sacandole el trozo de chocolate de las manos, ambas niñas estaban desesperadas por salir de la camioneta.

-No entiendo porque no nos dejaron ir, nosotras también tenemos experiencia en combate y esas cosas -confesó Lia con la boca llena de chocolate.

-Si bueno, si alguien viene tenemos con que defendernos -dijo Sasha tocando el asiento por debajo.

-¿porque tocas ahí? -preguntó Lia mirando con curiosidad el asiento.

La rubia hizo un movimiento brusco y sacó dos pistolas y unas picaduras de viuda.

-Cool, ¿hace cuanto lo descubriste? -preguntó Lia tocando el asiento que tenía delante de ella, no había nada.

-hace un rato mientras tu escuchabas canciones -contó Sasha jugando con un hilo, con un par de nudos hizo una flor.

-¿Recuerdas la noche anterior a la que la habitación roja fue destruida? -inquirío Sasha mirando la flor de hilo.

-Si, hice una flor exactamente igual a esa mientras pensábamos en si nuestras familias nos querían -contestó Lia y Sasha asintió.

-¡Tengo tres puntos Lia! Te dije que tu mamá era pelirroja, y que había estado en la habitación roja y también dije que probablemente no sabía de tu existencia o le habían borrado la memoria -exclamó Sasha emocionada recordando todas las cosas que le había dicho a la pelirroja esa noche.

-Creo que tenías razón -habló Lia y Sasha se tiró el pelo para atras, Lia rodó los ojos y miró hacia la ventana.

Abrió la puerta con rapidez en cuanto vio a Natasha a lo lejos.

-¡Mami! -exclamó Lia corriendo hacia la pelirroja mayor, quien se encontraba con una castaña.

-hola, pequeña renacuajá -murmuro Natasha alzando a la pequeña y depositando un beso en su cabeza.

Lia miró a la castaña con curiosidad, la cara de esta se encontraba con una mueca de confusión.

-¿quien eres? -preguntó Lia con curiosidad.

La castaña la miró confundida y luego habló.

-Wanda Maximoff -contestó esta y Lia la miró de arriba abajo y luego sonrió en aprobación, la castaña no tenía ningún rastro de ser mala.

-Hola Wanda, Soy Lia, Lia Romanoff -murmuro la pequeña pelirroja mirando hacia arriba y entregándole su mano a la castaña.

-¿ella es tu madre? -preguntó Wanda señalando a Natasha.

Lia la miró feo y contestó.

-Si, es mi madre -contestó Lia y Wanda miró a Natasha con más confusión.

Natasha le hizo una seña de "te explico luego" y Wanda asintió Lia se acercó a su madre y empezó a platicar con ella.

-Mami ¿tu conocías a Wanda? -preguntó Lia y Natasha asintió.

-Si, es una conocida, ¿recuerdas lo que te conté de los vengadores? -contestó y inquirió Natasha, Lia asintió rápidamente.

-Bueno ella era una vengadora como yo -dijo Natasha y Lia abrió la boca tiernamente.

-¿enserió? ¿Qué habilidad tiene? ¿Es como nosotras? -preguntó Lia emocionada y Natasha rió de lo rápido que habló.

-No, Lia, Ella no es como nosotras, Wanda tiene magia -murmuro Natasha y Lia corrió hacia Wanda.

Natasha miró a Lia con ternura.

-¿enserió eres mágica? -inquirió Lia a la castaña, esta hizo un movimiento con sus dedos y un destello rojo salió de ellos.

-Woww -murmuro Lia con la boca abierta, Wanda la miró divertida y sonrió, la pequeña le había parecido tierna.

Lia no se separó de Wanda en todo el trayecto a el auto, iban a quedarse en un hotel cercano por un tiempo, Wanda, Natasha y Lia en uno y Sam, Steve y Sasha en otro.

En cuanto llegaron a el auto Lia se volvió a acercar a su madre y le susurró.

-Wanda es cool -murmuro y Natasha sonrió, Yelena le había pegado su palabra.

-Si -contestó Natasha desinteresada.

-¿cómo entraremos en el auto? -preguntó Lia viendo que sólo había 5 asientos y eran 6 .

-Tu y yo iremos en el colchón del baúl -explicó Natasha y Lia asintió.

Todos entraron a el auto y como Natasha había dicho, ambas pelirrojas se encontraban en el baúl.

-¿cuanto tiempo viviéramos con Wanda? -preguntó Lia y Natasha levantó los hombros.

-El tiempo que sea necesario -contestó y Lia asintió acomodándose en el hombro de Natasha.

-Tengo sueño ma -avisó Lia acomodándose de forma más cómoda.

-Duerme, yo te despiertó cuando llegemos a el hotel -dijo Natasha y Lia asintió cerrando sus ojitos.

En cuanto se durmió, Natasha le explicó todo lo sucedido a Wanda, desde como la red room hizo que Lia existiera, hasta lo que pasó el año el año y anterior y que desde ahí Ambas pelirrojas vivían tranquilas.

Natasha aún se sentía culpable por todo lo que Lia había vivido, pero por sobre todo, por no haberse enterado antes, si lo hubiera echo, habría aprovechado a el máximo la infancia de Lia, hubiera podido darle más amor y atención, y pudiese haber prevenido que menos chicas llegarán a la red room.

Natasha se sentía culpable en todos los sentidos, pero daba su mayor esfuerzo en darle todo el amor que Lia no tuvo en los 6 años y medio que estuvo en la habitación roja.

Ahora Natasha mientras hablaba con Wanda observaba a su pequeña dormir tranquilamente sobre el hueco de su hombro, la observaba con ternura y Wanda se dió cuenta de eso.

-Estoy segura que ambas son más felices ahora -murmuro Wanda observando como Lia dormía sobre Natasha.

Natasha sonrió y asintió, por supuesto que era más feliz desde que cierta pequeña se incorporo en su vida.

Lo único que Natasha sabía en ese momento es que si tenía que dar la vida por Lia, lo haría felizmente, haría todo por esa pequeña pelirroja.

Por supuesto que le costó a Natasha incorporar a Lia como su hija en su vida, pero en las dos horas que había pasado con ella el primer día que la conoció Natasha sabía que le cambiaría la vida, definitivamente Lia era la debilidad de Nat.





Another Romanoff? #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora