Relatos variados (EN PAUSA)

(𝐈𝐈)

Cersei fue generosa y la acompañó en el orgasmo. Rozó con sus dedos su clítoris para alargar ese momento lo máximo posible. Taena tuvo al final un segundo orgasmo susurrando el nombre de su reina. Quería devolverle el favor y con creces, se acercó a ella. Acarició sus labios con los dedos antes de besarla. Primero, le dio un beso lento y sensual, cuando Cersei entreabrió sus labios la lengua de Taena buscó la suya y salió a su encuentro. Mientras la besaba sus manos fueron a parar a sus pechos, rozó con delicadeza sus pezones. Despegó sus labios de los de Cersei y los llevó a uno de sus pezones y succionó.

— Taena...— gimió Cersei cerrando los ojos y dejándose llevar por el placer que estaba sintiendo.

La myerense sonrió y decidió lamer el otro pezón, que hasta ese momento había estado desatendido, le excitaba oír a Cersei gimiendo su nombre, pero Taena quería que gritara, como ella misma había hecho antes, sin importarle quién pudiera escucharla. Llevó sus labios al cuello de Cersei y la mordió mientras una de sus manos iba descendiendo por su abdomen plano. Cersei gimió un poco más alto, su cuello era uno de sus puntos más sensibles.

— Cersei... ¿qué quieres? — le preguntó Taena en un susurro ronco.

— Que me folles Taena... —susurró Cersei.

Taena sonrió y besó sus labios mientras sus dedos rozaban su intimidad. Encontró su clítoris y procedió a estimularlo. Cersei empezó a gemir más alto llegando incluso a gritar el nombre de la myrense.

— Cierra los ojos...— le pidió Taena.

La reina obedeció. La myerense dejó de besar a la reina y dejó de tocarla, porque tenía otra cosa en mente, abrió las piernas de Cersei y su nariz rozó su intimidad.

— Hueles tan bien... —susurró Taena antes de lamer su intimidad.

Cersei se sobresaltó y gritó, nunca le habían hecho sexo oral con tanta destreza y pasión. Taena cerró los ojos y se centró en darle placer usando su lengua y sus manos. Nunca habíahecho sexo oral a otra mujer, por lo que decidió hacer cosas que le gustaron cuando le hicieron sexo oral. Parecía que lo estaba haciendo jodidamente bienporque la reina no paraba de gemir su nombre repetidamente. Cersei le acarició el pelo mientras se dejaba hacer. Pensó que podría acostumbrarse a esto, después de tener un día de mierda cargado de malas caras, comentarios despectivos, refugiarse en Taena. Charlar distendidamente mientras degustaban un buen vino y después follar. Follar hasta que no pudieran más, hasta tener los labios hinchados por haber compartido tantos besos. Hasta que se les cerraran los ojos por el cansancio acumulado.

Taena mientras tanto estaba disfrutando como nunca. Le encantaba brindar placer a sus amantes y con más motivo brindarle placer a su reina. Se separó un momento de su entrepierna y la estimuló con las manos. Sonrió en la oscuridad al pensar que ese sería el primero de muchos encuentros, que esto no iba a acabarse. Dejó de masturbarla con sus manos y volvió a enterrar su cara en el coño de Cersei. Siguió dándole placer hasta que culminó en orgasmo, y allí, entre las piernas de Cersei, tras llevar pocos meses en la capital se sintió en casa.

Cersei tiró de Taena y la ayudó a incorporarse. Como muestra de agradecimiento besó con sensualidad a la chica myerense mientras acariciaba su cuerpo, volviendo a excitarla. Taena gimió al sentir la cálida lengua de la reina contra la suya y sus manos recorriendo todos los recovecos de su cuerpo. Notó que volvía a excitarse en cuestión de minutos, su entrepierna se humedeció de nuevo reclamando atención.

                                                                              *** 

Después de haber estado casi toda la noche follando, las dos estaban exhaustas. Su encuentro había sido intenso, apasionado, frenético e insaciable. Taena se apretó contra el cuerpo de Cersei. La reina pasó uno de sus brazos por la cintura de la joven y la estrechó contra su cuerpo. Taena le acarició el pelo para relajarla y ayudarla a conciliar el sueño, pues sabía que últimamente a la reina le costaba dormir y se despertaba en medio de la noche por haber tenido pesadillas.

— ¿En qué piensas? — le  preguntó la myrense.

— En lo feliz que soy ahora mismo, estando contigo después de haber follado — se sinceró Cersei mientras acariciaba la espalda de Taena. 

—¿Te gustó? — le preguntó entre risas.

— Mucho. No sabes lo mucho que deseaba esto — se sinceró también la myerense.

 Cersei sonrió al escuchar su confesión.

—Yo también lo deseaba — contestó la reina.

Sintió que los ojos se le empezaban a cerrar. No se percató hasta ese momento de lo cansada que estaba, cerró los ojos y se sumió en un sueño profundo, no sin antes despedirse de Taena besándola en los labios y abrazándola.

Nota de la autora: ¡Hola! para compensar el tiempo que he estado sin publicar capítulo, estaba inspirada, por lo que he decidido continuar la segunda parte de Cersei y Taena y acabarla finalmente. Espero que os haya gustado mucho, gracias a todos por leer y votar 🤍