(𝐅𝐢𝐧𝐚𝐥 𝐚𝐥𝐭𝐞𝐫𝐧𝐚𝐭𝐢𝐯𝐨)

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Nota de la autora: Me he animado a compartir esta final porque un lector me lo pidió. Espero de corazón que os guste mucho.❤️ Y si es así me ayuda mucho que me lo hagáis saber con un voto y algún comentario, gracias ❤️.  En segundo lugar quería aprovechar para daros las gracias a todos por las casi 5 k en mi historia. Reconozco que sin vuestro apoyo no me habría visto animada a seguir escribiendo y compartiéndolo con todos vosotros❤️‍🩹


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Odiseo pensó que una vez alcanzada su bella Ítaca volvería a sentirse en paz y completo, pero no fue así. Todas y cada una de las noches tenía constantes pesadillas con la monstruosa Escila, con el impredecible Polifemo, con la hechicera Circe convirtiendo a sus camaradas en cerdos. Y la peor pesadilla sin duda alguna era aquella en la que veía con sus propios ojos cómo el resto de sus compañeros y amigos que le acompañaron en Troya y en su eterno viaje de regreso a Ítaca perecían ahogándose en el mar y él, impotente, nada podía hacer para salvarlos.

Esas profundas heridas que sufrió parecía que no iban a sanarse. Su mujer y su hijo le contemplaban apesadumbrados y se percataban con un gran pesar de que el Odiseo que se marchó 20 años atrás para luchar en la Guerra de Troya no era el mismo que ahora se encontraba a su lado. Este nuevo Odiseo era mucho más callado, taciturno. Parecía que cualquier nexo de unión que hubiera existido entre ellos hubiera desaparecido.

Eso pensaba también el astuto héroe al contemplar a su familia. La Penélope y el Telémaco que dejó atrás para partir a la guerra no eran los mismos. Su bella isla, Ítaca, tampoco era la misma y es que así, de manera cruel Odiseo, el hijo de Laertes, se dio cuenta de que él había cambiado, que su familia también y que por mucho que lo hubiera querido era lógico que las cosas no permanecerían igual a su regreso porque en esos 20 años en la vida de cada uno de ellos tuvieron lugar acontecimientos tan decisivos que les cambiaron por completo la forma de ver la vida y la manera de relacionarse con las personas de su entorno más cercano.

Desde que el héroe retornó finalmente a Ítaca, la diosa de los ojos glaucos dejó de relacionarse con él porque quería darle la oportunidad de volver a ser feliz junto con su familia, que era lo que él merecía por todo su sufrimiento. Pero a cada día que pasaba notaba que Odiseo estaba mucho más infeliz, como si le faltara algo o más bien, como si le faltara alguien. La hija de Zeus no tardó en deducir que el rey de Ítaca la extrañaba y la amaba con fervor porque ella había estado a su lado en uno de los momentos más adversos de su vida.

***

Al héroe le dolía muchísimo la ausencia de Atenea. Se había acostumbrado tanto a su presencia que se le hacía dolorosa la vida sin tenerla a su lado. Se dio cuenta de que estaba enamorado irremediablemente y que no quería pasar el resto de su vida sin ella.

Un día, mientras estaba sentado en un monte contemplando su isla, intentó hablar con la diosa.

— Atenea, desde que he llegado a Ítaca has estado muy callada, ¿acaso no has contemplado el dolor que siento por tu ausencia? — preguntó al aire con amargura, pues pensaba que ella se mantendría firme en su posición y no le respondería.

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