(𝐈𝐈𝐈)

117 18 12
                                    

¡Hola!, con esta sugerente imagen de la detective y la forense, doy comienzo al tercer capítulo. Espero que os guste mucho. Confieso que he disfrutado un montón escribiéndolo, creo que no os decepcionará. Sin más esperas, os dejo con él, si os ha gustado, hacédmelo saber dejando un voto y un comentario, gracias💗💗.

 Sin más esperas, os dejo con él, si os ha gustado, hacédmelo saber dejando un voto y un comentario, gracias💗💗

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

III

Jane dejó de perderse en sus pensamientos y en los ojos de Maura, mientras acortaba aun más la distancia entre las 2. Quería volver a besar esos carnosos labios sin miedo a ser descubierta por un compañero fisgón o por su madre.

La forense entreabrió la boca, invitando a la detective a que la explorara.

Jane aceptó con gusto su invitación y la besó en profundidad. En los labios de Maura perduraba el sabor del vino tinto que disfrutaron durante la cena y eso no podía gustarle más. Sus manos, que hasta ese momento permanecían quietas, fueron a parar a la hermosa cintura de la forense, tiró de ella para que no hubiera ningún tipo de distancia entre las 2. Maura se rio en medio del beso al notar lo deseosa que estaba su novia de disfrutar de su compañía íntimamente y no iba a negarlo, ella deseaba lo mismo. Sus labios atacaban con ferocidad los de la detective, no le bastaba, Jane era adictiva para ella. Desde que se habían besado por primera vez, su mente estaba demasiado ocupada pensando en besarla una y otra vez, para desgracia suya, tuvo que separar momentáneamente sus labios de los de Jane para recobrar el aire.

Las 2 se miraron a los ojos, el deseo abarcaba sus pupilas, que se mostraban ligeramente dilatadas como consecuencia de la excitación sexual. Maura, queriendo enloquecer a la detective, se desprendió de su vestido. Jane no se perdió detalle, recorrió con descaro el bello cuerpo de Maura y abrió la boca como gesto de sorpresa al darse cuenta de que la forense no se había puesto bragas. Tragó saliva mientras acariciaba deleitada la piel desnuda de Maura al descubierto, la forense cerró los ojos y disfrutó de las agradables caricias brindadas por su novia.

—Si me hubieras metido mano mientras cenábamos te habrías dado cuenta de que no llevaba bragas puestas — susurró con cierta malicia Maura mientras depositaba algunos besos en el mentón de Jane descendiendo ligeramente por su cuello.
Jane gimió al sentir los labios de la forense besándola, llevándola a la locura.

— Ante todo soy una dama, Maura — contestó Jane usando su característica voz grave que tanto enloquecía a la forense.

La piel de Maura no tardó en reaccionar al escuchar la gravedad de su voz, su piel se erizó y su entrepierna comenzó a humedecerse. 

— Es fascinante cómo tu cuerpo reacciona inmediatamente a mi voz, tu piel se eriza — puntualizó la detective acariciando la cintura de Maura.

 — Te humedeces... — añadió Jane mientras una de sus manos comenzó a acariciar el abdomen de la forense, sin prisas, torturándola, hasta llegar a su entrepierna. Una sonrisa socarrona apareció en su rostro al notar que efectivamente, Maura la deseaba.

Relatos variados (EN PAUSA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora