Capítulo 6.

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— Ne, Izuku-kun, ¿Por qué elegiste esta escuela? —le preguntó Yuga durante el almuerzo. Tal parece que estar comiendo bajaba su actitud vanidosa, además de impedir que hiciera esas poses suyas.

Al escuchar esa pregunta, Izuku se detuvo cuando estaba a punto de darle una mordida a su sándwich.

Tuvo miedo de decirlo, llevaba dos meses en esta escuela. Había vuelto a disfrutar la escuela, incluso el trayecto a casa se sentía divertido, pero... Tuvo miedo de que si lo decía en voz alta esta burbuja de felicidad se rompiera...

Al notar su silencio, Yuga decidió seguir hablando— Lo normal es que los que quieren ser doctores estudien en escuelas especializadas en el tema, o en escuelas más exigentes —se echó un poco para atrás, dejando que su cabello rubio brillara con la luz que se colaba por entre las hojas del árbol— Pero... esto es una escuela un poco...—no supo cómo describirlo.

Una escuela para marginados, eso era esta escuela.

Aun cuando la escuela tenía un relativo buen rendimiento, la gente normalmente miraba mal este tipo de escuelas. La discriminación contra los sin quirk y aquellos con quirks extraños era un hecho en la sociedad, esa era la razón por lo que pocos chicos "normales" venían aquí, incluso los que vivían cerca preferirían ir a escuelas más... "normales".

— Ah... eso...—bajó su sándwich, mirando el suelo a sus pies— Yo... no tengo un quirk... Y es por eso que...

Entonces, su lengua se trabó, negándose a seguir sus órdenes a la vez que su mente se quedaba en blanco. Estaba aterrado, Yuga era el primer amigo que hacía en mucho tiempo ¿Acaso lo vería como un cobarde si le decía que se cambió de escuela para huir del bullying y la discriminación?

No los enfrentó, él sólo... huyó de ellos, huyó porque era demasiado para él. No quería volver, no volvería ahí, nunca, incluso cuando debía pasar cerca de esa escuela para acompañar a su mamá en las compras prefería elegir un camino más largo con tal de no pasar cerca de ahí.

Él... era un cobarde, ¿No es así?

—...—Yuga no necesito escuchar más, pudo verlo en su expresión y en cómo el cuerpo de su amigo temblaba— Ser diferente da miedo, ¿No es así? —sonrió con cierto pesar.

Sintió sus ojos picar— Sí...—sollozó.

Ser diferente es aterrador.

Yuga entonces extendió su brazo hacia el hombro de Izuku, acercándolo más a él para que los demás no lo vieran llorar. Sus compañeros los entendían porque la mayoría era como ellos, pero...

— No hay nada malo contigo.

Izuku levantó la mirada hacia su amigo y aun con la visión empañada por las lágrimas pudo notar una expresión de dolor en Yuga. Él también.

— Nadie tiene la culpa, porque no hay nada malo contigo.

No hay nada malo con nosotros.

Al escuchar eso, Izuku no pudo más y rompió a llorar en brazos del rubio. A pesar de que su madre y Sorato-san se lo decían a menudo, esas palabras se sintieron completamente diferentes cuando Yuga las dijo.

A diferencia de su madre y de Sorato-san, Yuga tampoco tenía un quirk, por más que supiera que ellos lo decían por su bien y porque realmente lo creían, ellos no lo entendían; su madre tenía telequinesis, Sorato-san podía leer mentes cuando veía a alguien a los ojos, pero él... no tenía nada especial, al igual que Yuga.

Todo había sido dicho, no necesitaban más palabras, ambos compartían el mismo dolor de ser diferentes al resto. Ellos no eran especiales como los demás, pero...

— Apuesto que serás el mejor doctor de Japón —rió Yuga, quien también tenía los ojos un poco húmedos.

Al verlo reír no pudo evitar reír de vuelta, aun cuando las lágrimas no querían detenerse— Eso espero.

— Seré el amigo del doctor más genial de Japón ☆ —presumió el rubio, haciendo una de sus poses, lo cual le hizo reír un poco más— Vamos, te invito algo de la cafetería —puso esa sonrisa marca registrada, dándole un golpecito en el pecho, entregándole un pañuelo demasiado decorado— Debes estar agradecido, Yuga-sama te comprará lo que tú quieras ☆ —él entonces sacó del bolsillo de su pantalón esa billetera suya con demasiado brillos y decoraciones, tan brillante como su dueño, haciendo énfasis en sus palabras.

Yuga seguía siendo el mismo de siempre, pero...

— Muchas gracias, Yuga-sama —rió con una voz un tanto nasal, tomando el pañuelo que él le dio para limpiarse las lágrimas.

Sí, venir aquí fue la decisión correcta. Él ya no estaba solo.

¿Quién necesitaba un tonto quirk de todas formas? Él no necesitaba algo como eso para cumplir su sueño.

Mensaje de arrepentimiento - Quirkless Deku AU.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora