Capítulo 21.

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En este capítulo verán a alguien a quien no quieren ver.

...

— Izu-kun —lo llamó Yuga, notándolo alterado— ¿Pasó algo...?

— No, no pasó nada —se apresuró a responder Izuku, poniéndose ansioso al recordar lo que ocurrió en casa.

— ¿Seguro...?

— Sí, seguro...—desvió la mirada. Ahora que lo pensaba... ‹Hoy tengo cita con Sorato-san›

Ahora sus citas eran cada dos semanas, pero no tenía ganas de ir, pero... tampoco quería volver a casa...

‹Diablos...›

Al final, Izuku terminó aceptando ir al psicólogo, aunque no tenía ganas de hablar con nadie, excepto con Yuga. No le gustaba esta sensación...

— Sorato-san, ¿Usted tiene novia...?

— ¿Novia? —repitió el psicólogo, un poco aturdido por la pregunta— No, no tengo novia —admitió.

— ¿Por qué? —levantó la mirada.

— Izuku-kun, mi trabajo ocupa la mayor parte de mi tiempo —le sonrió. A veces tenía que tener sesiones de emergencia porque alguno de sus pacientes estaba en peligro inminente de suicidio— Además, este no es un trabajo donde puedas conocer a muchas personas, y yo no soy alguien particularmente atractivo —eso algo necesario en este trabajo, no quería que sus pacientes o sus padres se enamoraran de él.

Era un psicólogo pediátrico, además de sus compañeros de trabajo, los cuales estaban casados; los niños y adolescentes que trataba y los padres de estos, no tenía muchas oportunidades de conocer a otras personas. Su círculo social era bastante reducido.

— Sin mencionar que la gente que conozco no está en posición de buscar una relación...—suspiró al recordar que la mayoría de la gente de su edad que conocía eran personas que acarreaban relaciones pasadas que no siempre terminaban bien. Ser el terapeuta de una posible novia no se sentía correcto— Y la verdad no creo que yo también esté listo para una relación...

No era sólo el miedo a ser como su madre o su padre, sino porque podría descubrir cada mentira que su pareja dijera, y él odiaba las mentiras. Él tenía sus propios demonios y no sabía si algún día los superaría, lo mejor sería seguir soltero.

‹Además, tengo que cuidar a Kenji...› pensó con cierto cansancio. Ese chico era un desastre.

— Ya veo...—bajó la mirada.

— ¿Hay algo que te preocupe?

— Sí...

— ¿Está relacionado a tu madre?

Su voz se rompió— Sí...

Aunque no quería hablar, aunque se dijo a sí mismo que no quería hablar, Izuku rompió a llorar en medio de la sesión mientras hablaba de lo que pasó con su madre. Estaba enojado, asustado, avergonzado, ni siquiera se sentía capaz de volver al departamento ahora mismo.

— No quiero perder a mi mamá...—sollozó mientras que Sorato le daba pañuelos para que se secara las lágrimas— No quiero...

— Izuku...

Sorato suspiró, entendiendo cómo es que este chico se sentía. Muchos niños y adolescentes sentían que la nueva relación de sus padres haría que sus padres les cambiaran por su nueva pareja, y lo peor es que a veces era verdad.

— No estás perdiendo a tu madre —aseguró, sabiendo que Inko no era el tipo de persona que cambiaba a su hijo por su nuevo novio— Ella sólo quiere reconstruir su vida, después del divorcio.

— Pero...—sollozó, sin poder articular bien las palabras por el llanto.

— No estás perdiendo a tu madre, Izuku —repitió con una sonrisa, poniendo su mano en su hombro— De hecho, puede que estés ganando un padre.

‹Un padre...›

All Might fue su ejemplo a seguir desde que recordaba, pero... All Might y Toshinori... El héroe y la persona tras el héroe...

— Sólo dale una oportunidad a tu madre, ¿Sí? —le sonrió, sabiendo que si Izuku se oponía no había forma que Inko empezará una relación con All Might.

—...—apretó los puños, aguantando las ganas de llorar otra vez— Yo... lo intentaré...

No podía ser tan malo, ¿No...?

‹Aunque, nunca he visto a mamá con nadie...› pensó, cabizbajo, mientras Sorato lo despedía.

Su mente estaba hecha un caos, preguntándose si su madre estaría bien, si Toshinori sería bueno para ella y en cómo disculparse cuando llegara cuando una voz que no quería volver a escuchar resonó en la consulta.

— ¡Oi, Deku, tanto sin verte!

El cuerpo de Izuku se tensó en su lugar al reconocer la voz de Kenji Yoshida, una voz que aparecía en sus pesadillas.

— Veo que sigues luciendo igual que siempre.

—...—Izuku se paralizó en su lugar al ver esos ojos dorados y ese cabello azul, tan familiares y a la vez tan aterradores, de Kenji, uno de sus acosadores de la escuela. ‹A-Ayuda...› pensó, sintiendo sus ojos llenarse de lágrimas de miedo al verlo ahí.

Al ver la mano de Kenji acercarse, Izuku cerró los ojos con fuerza, aterrado de lo que pasaría si él lo tocaba.

— Oye, Kenji, ¿Qué te he dicho de molestar a mis pacientes? —escuchó la voz de Sorato detrás de él, poniendo su mano en su hombro.

— ¡Nii-san...!

‹ ¿"Nii-san"? › repitió Izuku en su mente, viendo una realidad que había evitado ver: Sorato Yoshida, ese era el nombre de su psicólogo, un hombre de ojos dorados y cabello azul, rasgos que Kenji también tenía...

¿Acaso Sorato-san... iba a apoyar a Kenji? Como todos lo hacían en la escuela...

— Kenji, si vas a vivir conmigo tienes que seguir mis reglas —sentenció Sorato, notando que el chico, su paciente, estaba totalmente aterrado— Te prohíbo molestar a mis pacientes, mucho menos a Izuku.

— Sólo estaba jugando con Deku.

— Él no se está divirtiendo —entrecerró los ojos— Y su nombre es Izuku.

— Lo lamento...

Izuku sólo pudo ver con incredulidad como Kenji, el tipo más rebelde de la clase, el más desordenado, bajaba la cabeza y se disculpaba con Sorato.

— Espérame en el auto, estoy a punto de salir —dictó Sorato a su hermano menor, quien asintió.

—...

Al ver a Kenji alejarse de ellos, la mirada llorosa de Izuku se dirigió a Sorato, quien ni siquiera necesito quitarse los lentes para saber qué estaba pensando.

— Que él sea mi hermano no significa que él no sea un idiota —declaró, notando que, tal parece ser, Kenji fue uno de los que le hizo bullying a Izuku— Él se equivocó, y no voy a apoyar su mal comportamiento —suspiró, y al notar la mirada incrédula de Izuku, continuó— La gente romantiza demasiado a la familia, no porque tengamos la misma sangre yo aceptaré que maltrate y menosprecie a otros.

Mucho menos cuando él mismo había vivido eso.

Entonces, Sorato le desordenó juguetonamente el cabello a Izuku— Me voy primero. No pienses demasiado en esto, Kenji no te volverá a molestar mientras esté bajo mi cuidado, ni a ti ni a nadie —aseguró— Ahora, ve a casa con tu madre, Izuku —le sonrió.

— Sí...

...

Para los que van al día con el cómic, sí, ese chico que vieron en el último capítulo es Kenji, el hermano de Sorato.

Mensaje de arrepentimiento - Quirkless Deku AU.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora