Hasta la Eternidad

10

1970:

Edmund:

—¿Por qué tienes esa cara? —Me fastidia Raúl esa misma noche, estoy en la habitación con él y ha dejado de rebotar la pelota que tiene en la mano contra la pared, solo para molestar.

—¿Qué cara? —Suspiro, ya debería dormir.

—La que traes, ya dime.

—No hay nada que decir.

—Vienes tarde casi todos los días y hasta debo cubrirte...—Me responde. —Sé que estuviste con la favorita.

La "Favorita" así la llaman por ser la mejor.

—Siempre tienes esa cara de idiota enamorado cada vez que regresas, pero hoy... ¡Joder, ya dime!

—Duérmete, mañana hay que madrugar.

—Mendigo aburrido. —El suspira. —Pero ya que estas interesado en Lorena ¿Me darás el pase libre con Mary?

—Jamás me intereso de esa forma.

—Nunca te intereso una mujer antes de que llegara Lorena, hasta la ves bailar ballet y eso ya supero todo.

—Es diferente...

—¿Diferente que...?

—Cuando ella baila.

—Mierda, sí que estás muerto por ella, enamorado, pero tengo una idea...

(***)

—¿El cinema? —Lorena repite mis palabras y asiento. —Y ira tu amigo Raul.. con alguien.

—Es una salida casual y estoy invitándote.

—¿Una cita doble?

Alzo las cejas y ella sonríe.

Lorena suspira.—¿Y ya no me odia?

—¿Tu lo odias?

—No.

—Entonces no.

Se ríe.

—Bien, ya conozco un autocine, pero nunca he pisado un cinema.

—Olvidaba lo rara que eres.

Me pellizca.

—Me gustaría ir. —Pronuncia sonrojada.

(***)

—Tu eres...—Mary mira de pies a cabeza a Lorena, quien lleva un vestido por debajo de las rodillas y un bolso que hace juego que le dobla por delante.

Lorena le responde el gesto con la misma actitud.

—Creí que solo saldríamos nosotros y...—Mary me mira a mí.

—A mí tampoco me agradaba. —Menciona mi amigo y mira a Lorena. —Pero dale una oportunidad.

Lorena rueda los ojos.

—Ahora... ¿Alguien quiere palomitas?

Compramos y nos ubicamos en los asientos, noto que Lorena intenta acomodarse y me vuelvo hacia ella, mientras Raúl se ha ido al baño antes de ingresar a la sala.