Arrancamos y me relajé en el asiento mientras admiraba las vistas de la ciudad por el gran parabrisas.
— Te dije que no te enfrentases a Olivia. — Dijo Jayden con voz tranquila.
— No soy de dejarme insultar. — Bostecé adormecida. Miré por el retrovisor para comprobar el estado de Sam, para mi sorpresa estaba despierto mirando por la ventanilla. — ¿Por qué nos dejas ir a dormir a tu casa? No tienes por qué.
Se quedó callado enfocado en la carretera. Sam se recolocó y Jayden le miró por el espejo.
— ¿No vamos a casa? — Preguntó Sam desorientado.
— No, Sam.
— Menos mal. — Suspiró adormecido apoyando la mejilla en su asiento.
El pelinegro al escucharle me miró sonriendo de medio lado, se había dado cuenta del estado de Sam. — ¿Por qué no quieres ir a casa Sam?
Miré a mi hermano negando con la cabeza para que no respondiera pero como tenía los ojos cerrados no me vio.
— Por papá.
Mierda. Jayden abrió los ojos algo sorprendido pero aún concentrado en conducir, se mordió el labio de abajo procesando lo que estaba pasando. Le miré apenada, no quería que lo supiese pero tampoco podía culpar a Sam de decirlo, estaba borracho y asustado. El pelinegro me miraba por el rabillo del ojo de vez en cuando al ver que ninguno hablaba, me recoloqué en el asiento y apreciando las coloridas luces de la ciudad, para mi sorpresa ese no era un silencio incómodo, era incluso un momento tranquilo.
Jayden aparcó enfrente de un edificio muy alto y acristalado en Detroit, bajamos del coche y Sam estaba dormido. Le desperté con cuidado haciendo que se incorporase sobre mi hombro, Jayden abrió la puerta del portal, era grande y estaba cubierto de mármol y plantas, parecía muy lujoso. Le seguimos hasta el ascensor, lo que fue también un trayecto silencioso y algo extraño. Llegamos hasta la octava planta en la que habían cuatro apartamentos, Jayden abrió con llave en el último del pasillo y me sorprendí al entrar. Era un loft enorme y lleno de vidrieras, se veía toda la cuidad, la segunda planta era más pequeña y visible desde la primera. Estaba decorado únicamente en blanco y negro y el único contraste de color eran las paredes de ladrillos anaranjados. La casa olía igual que Jayden.
El pelinegro dejó las llaves en la entrada y no me había dado cuenta que un gato negro y con los ojos verdes nos miraba desde el salón el cual vino hacia nosotros cuando Jayden se agachó, este lo cogió en brazos y le dio un beso en la cabeza.
— Os tocará dormir en el sofá.
Miré el salón, el sofá era gigantesco y en forma de cuadrado abierto, el sofá era más grande que nuestro salón y cocina juntos. Asentí y me acerqué a dejar a Sam tumbado encima, le quité los zapatos y le arropé con una manta que había mientras Jayden subía las escaleras a lo que parecía su habitación. Estaba protegida por vallas de cristal, pero igualmente esa casa parecía no tener ninguna intimidad.
— ¿Quieres algo para cambiarte? — Preguntó desde arriba, levanté la cabeza y le miré desde abajo.
— Sí por favor.
Se alejó y escuche como abría cajones, volvió y me tiró un pantalón y una camiseta, me indicó donde estaba el baño y fui. Seguía sin creerme el estar en casa de Jayden durmiendo junto con mi hermano, la verdad que la casa era una pasada y de verdad pegaba con su personalidad. Me puse el pantalón de chándal ajustándomelo todo lo que pude a la cintura para que no se me cayera y me puse su camiseta, era negra y olía demasiado bien. Doblé mi vestido y me quité las botas quedando descalza. Volví al salón y dejé la ropa en un lado del sofá, me tumbé y pude ver a Jayden cambiándose. No era la primera vez que le veía sin camiseta pero siempre me quedaba sin aliento, siempre me habían parecido atractivos los tatuajes pero es que en él era diferentes, me encantaba. Me pilló viéndole y antes de ponerse la camiseta se acercó a la barandilla apoyándose con una leve sonrisa.
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COMERTE ENTERA © +18 (Aún En Desarrollo)
RomanceEmily se enamora de Jayden en el peor momento, pero...¿Estará siendo sincero? . . ⚠️ATENCIÓN⚠️ Este libro contiene: - Escenas de sexo explícitas. - Violencia y abuso sexual. - Drogas, alcohol y armas. - Lenguaje adulto.