-—Buenas noches. -—Saludó Jayden dejando las llaves en el cuenco del recibidor.
Mi hermano y yo habíamos pasado toda la tarde sentados en el sofá, los dos haciendo deberes y avanzando trabajos para el instituto. Estuvimos hablando sobre buscar trabajo para ahorrar y poder comprar una casa cuando yo cumpliera dieciocho.
—-¿Qué tal el trabajo? —-Pregunté dejando mi cuadernos sobre la mesa de café.
-—Aburrido, como siempre. —-Se agachó a recibir al peludo gato de pelo negro que ronroneaba según él acariciaba su cabeza. -—-¿Qué tal se ha portado Peace?
—-Con decirte que se me había olvidado que tenías gato. -Sonreí al ver como se reía por la pequeña broma, pero lo decía en serio, no habíamos visto al gato en toda la tarde.
Jayden fue a ducharse en los que nosotros recogíamos las cosas de la mesa. Sam bajó a comprar una barra de pan y algunos huevos. Yo me quedé sentada en la barra de la cocinas mirando el teléfono hasta que al levantar la vista vi a Jayden sin camiseta y con una toalla blanca atada la cadera. Tragué saliva sin saber qué decir.
Al ver mi expresión y mis mejillas algo sonrojadas sonrió. -¿Tu hermano no tendrá hoy otra cita, no?
—-Para nuestra desgracia, no.-—Bromee apartando la vista de su mojada y tatuada piel.
-—Qué pena. —-Continuó su camino hacia las escaleras dándome la espalda. No pude evitar girarme y seguirle con la mirada.
-—Cierra la boca que te entrarán moscas. -—Dijo desde las escaleras.
Reí diciéndole que no le estaba mirando, pero claramente era mentira. No podía dejar de mirarle, era como estar en un sueño.
Después de una cena exquisita en la que Sam casi se relamía los dedos y le pedía a Jayden que por favor le adoptase nos fuimos cada uno a dormir, subí con el pelinegro a su cama mientras que Sam se quedaba en el sofá con Peace, los cuales se habían hecho amigos en un momento.
-—¿En qué piensas? -—Preguntó Jayden al tumbarse y verme sentada en el borde de la cama.
Ya había pasado un tiempo desde que habíamos apagado las luces y podía escuchar a Sam roncando desde el piso de abajo.
—-Jayden, te estoy tremendamente agradecida por todo, de verdad. —-Hice una pausa para coger aire, todavía dándole la espalda.—-Pero mañana volvemos a casa. No podemos quedarnos aquí. Apenas nos conocemos y no tenemos dinero para pagarte, y Sam tampoco va a estar durmiendo en un sofá para siempre.
Me giré a verle, estaba tumbado sobre su codo procesando lo que acababa de decirle, su cara estaba iluminada por las luces de la ciudad que se colaban por los enormes ventanales.
-—Primero; Emily, te conozco más que nadie aparte de tu hermano.
—-Ya pero-
-—Segundo. —-Me interrumpió.-Si no tenéis dinero para pagarme, no tenéis dinero para manteneros en tu casa, ni para comida, ni para gasolina, ni para el agua y la luz. Te aseguro que no me importa pagarlo Emily, si te hace sentir incómoda tómatelo como un préstamo y ya me lo devolverás cuando puedas.
-—Pero no quiero debert-
-—Sé que Sam alomejor está incómodo en el sofá, pero aquí no está en peligro.
Me conocía demasiado bien y sabía que esa era mi única debilidad, mi hermano. Pero en el fondo tenía razón, si volvíamos a casa entonces estaría en peligro, los dos lo estaríamos.
-—Está bien, pero esta semana nos pondremos a trabajar Sam y yo, en cuánto podamos te devolvemos todo el dinero ¿Está bien?
—-Ven aquí.
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COMERTE ENTERA © +18 (Aún En Desarrollo)
RomanceEmily se enamora de Jayden en el peor momento, pero...¿Estará siendo sincero? . . ⚠️ATENCIÓN⚠️ Este libro contiene: - Escenas de sexo explícitas. - Violencia y abuso sexual. - Drogas, alcohol y armas. - Lenguaje adulto.