La mañana se había vuelto en tarde, el brillo del sol volvía a despertarme a través de las cristaleras como en tiempos pasados. Después de haber comenzado en el sofá nos habíamos cambiado a la cama y no nos dormimos hasta las seis de la mañana.
No estaba segura de si debía arrepentirme puesto que en realidad no lo hacía. Volvía a estar feliz al ver a Jayden durmiendo plácidamente bocabajo tapándose media cara con las sábanas mientras la luz de los cristales empapaba su espalda tintada. Si hubiese podido congelar el tiempo en cualquier parte de esta historia, sin duda hubiera sido en aquel momento.
Siempre que estaba con él el vacío de mi pecho desaparecía como una mala nube con el viento.
—Deja de observarme como una loca. —Murmuró con su voz ronca mañanera aún dormido. —Das miedo.
—Qué romántico has sido siempre. —Bromee apartándole uno de los traviesos rizos de la frente.
Jayden abrió sus siempre impresionantes ojos y me observó fijamente sin apenas expresión.
—Ahora eres tú el que da miedo.—Sonreí, lo que hizo cambiarle la cara.
Sin decir nada más, tiró de la brazo y me atrapó entre sus hombros en un abrazo que unía todas las partes de nuestros cuerpos. Estaba extremadamente a gusto contra su piel, no quería volver a separarme de él nunca más. Su aroma, su calidez y su simple textura me hacía una simple drogadicta de su persona.
Pero ese paraíso se nubló al recordar el motivo de nuestra ruptura. ¿Habría dejado las drogas? Las dudas comenzaban a volar de nuevo alrededor de mi pelo enredado entre sus brazos. ¿Esto qué había significado para él? ¿Querría volver? ¿Pero y qué pasaría si seguía sin querer dejar las drogas?
¿Debía comenzar la conversación o intentar seguir disfrutando de aquel paraíso casi inverosímil?
—¿En qué piensas tanto?— Preguntó más cerca de mi oído de lo que esperaba.
—¿Por qué lo dices?
—Puedo oler el humo que sale de tu cabeza, ¿Qué te pasa?
¿Por qué me conocía tan bien? Me pregunté. No quería terminar con esa tranquilidad pero era mi momento (y s mentía, él lo sabría)
—¿Esto qué ha sido para ti?
—¿A qué te refieres?—Aflojó su agarre intentando mirarme la cara.
—¿Esto ha sido un nuevo comienzo o un simple recordatorio?
Nos quedamos unos segundos en un silencio casi eterno que me hacía escuchar su corazón latiendo a un ritmo normal. NO estaba segura de su respuesta y esperaba que no dijese nada de la segunda opción o ya habría terminado de matarme.
—Lo voy a dejar todo, Emily. —Soltó librándose de un peso que le habría asfixiado durante una eternidad. —Te juro que lo dejaré todo para estar contigo. S..Sólo necesito tiempo. Confía en mí por favor.
Sin dudarlo le besé con fuerza como en un sueño que por fin se había hecho realidad. Mi corazón había vuelto a latir y mi vida se había llenado de esperanza. Le esperaría todo lo necesario hasta poder estar juntos de nuevo.
El pelín euro me dejó en el motel, hablamos de que sería mejor si nos quedábamos allí otra temporada en lo que él se terminaba de desintoxicar. Me pareció perfecto puesto que no me sentía preparada para vivir de nuevo con un adicto.
Cuando abrí la puerta de mi habitación descubrí a Mich y mi hermano hablando sentados en una de las camas, el rapado no parecía muy contento. Tampoco es que sonriese mucho habitualmente pero tenía una clara cara de enfado.
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COMERTE ENTERA © +18 (Aún En Desarrollo)
RomanceEmily se enamora de Jayden en el peor momento, pero...¿Estará siendo sincero? . . ⚠️ATENCIÓN⚠️ Este libro contiene: - Escenas de sexo explícitas. - Violencia y abuso sexual. - Drogas, alcohol y armas. - Lenguaje adulto.