Desperté con un dolor emocional tan grande que se me hacía insoportable. La mañana anterior había despertado por la luz de las cristaleras enredada entre los firmes brazos tatuados de aquel pelinegro y ahora estaba sola, en una habitación amarillenta y apagada.
Sam estaba en el baño, yo me levanté casi arrastrándome por las sábanas con un vacío que sentía que me iba a acabar absorbiendo.
Me vestí con unos pantalones ajustados y una sudadera negra que resaltaba a la perfección el pliegue de mis ojeras.
Traté de peinarme y maquillarme para no tener tan mal aspecto y nos reunimos con Max en el aparcamiento. En mi interior deseaba encontrarme el Cardillac del pelinegro frente a nuestro balcón. Cosa que no ocurrió.
—Hey, lo siento por haberte hecho venir hasta aquí. —Saludé entrando en su coche rojo.
—No pasa nada, tenía que pasar por aquí de todas formas.
—¿Sales a las siete de la mañana?
El pelirrojo asintió arrancando de nuevo el coche poniéndonos en marcha rumbo al instituto, donde volvería a ver a Jayden y no sabía si me dolería o si le dolería a él.
Mantuve un dolor en mi garganta todo el camino según aguantaba el temblor que comenzaba a irrumpir en mi cuerpo. Mi estómago rugía dulcemente y no quería pensar en todo lo que había estado ocurriendo en menos de tres días.
—¿Qué tal estás? — Preguntó Max para romper el silencio que se había formado.
—Bueno..., algo abrumada, siento que todavía no he podido procesarlo todo.
El pelirrojo me miró con una leve sonrisa, parecía apenado. —Sea lo que sea estoy seguro de que se solucionará.
Miré la ventana no muy convencida por sus palabras. —No lo creo.
Llegamos a Holt Highschool, el causante de muchos de mis problemas. Agradecimos a Max el habernos llevado y bajamos del coche. Sorprendentemente la gente no pareció mirarme, entonces asumí que todavía no se habían enterado. Eran peor que la prensa británica.
Sophie estaba esperándome en mi taquilla, nada más verme vino corriendo a darme un fuerte y cálido abrazo. Me aguanté las ganas de romper a llorar contra su hombro, no me debían ver llorar.
—¿Qué ha pasado? —Preguntó en voz baja.
—Demasiadas cosas, todavía no me lo creo...
—Ahora en clase me lo cuentas.
Dejé mis cosas en la taquilla y tomé algunos libros. Cuando caminábamos los tres hacia nuestra clase de historia alguien me frenó agarrándome del hombro. Por un segundo mi corazón dio un vuelco pensando que sería Jayden.
Pero no.
Era Abbie, me miraba con esos ojos de cervatillo que me daban ganas de estamparla el libro de historia en la boca.
—Emily, que guapa estás hoy ¿Me preguntaba si podríamos hablar luego?
—Yo no tengo nada que hablar contigo, así que deja ya de enredar las cosas.
—¿Yo? —Me miró como si le hubiera dolido. —Pero si yo no intento enredar nada.
—Mira Abbie, no te aguanto. Con tu permiso, nos vamos.
Comencé de nuevo a caminar hasta que...
—¿Qué pasa, que estás mal con Jayden? —Preguntó en alto haciendo que todos los alumnos del pasillo se quedasen callados.
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COMERTE ENTERA © +18 (Aún En Desarrollo)
RomanceEmily se enamora de Jayden en el peor momento, pero...¿Estará siendo sincero? . . ⚠️ATENCIÓN⚠️ Este libro contiene: - Escenas de sexo explícitas. - Violencia y abuso sexual. - Drogas, alcohol y armas. - Lenguaje adulto.